Nunca me abandones: el libro que no esperas

Portada Nunca me Abandones

Ocurre en ocasiones que el libro que estamos leyendo no es ni parecido a la idea que teníamos en mente. A veces en cambio nuestras expectativas se ven cumplidas con creces antes incluso de llegar al final, y está además el incómodo caso del libro del que no sabes muy bien qué esperar. Más aún si se ha dado la circunstancia de que su adaptación al cine ha llegado antes a tu conocimiento que la propia novela. Es entonces cuando, con el libro entre las manos y las pocas o muchas referencias de una película determinada, sientes que comenzar su lectura es un verdadero acto de fe en que te quede aún algo por exprimir de ella.

 

La novela del escritor anglojaponés Kazuo Ishiguro, Nunca me abandones, que efectivamente cuenta con una versión cinematográfica a cargo de Mark Romanek, tiene la peculiaridad de responder a las tres situaciones descritas al inicio. Continuando en la opinión de que no hay nada más molesto a la hora de comenzar un libro que la sobreinformación, no resulta demasiado alentador que, antes siquiera de abrirlo, los rostros de sus protagonistas sean, inevitablemente, los de los actores Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley, el trío de jóvenes cuyas vidas se relatan en la novela y, claro, en el filme. Para entonces, probablemente ya hayas escuchado y leído también sobre las evocaciones a clásicos como Un mundo feliz, El proceso y hasta Blade Runner, aunque no está muy claro que esta mezcolanza pueda darte una idea ni aproximada sobre la historia. Para ser honestos, y si has tenido la suerte de no haber visto ya la película, lo único que tendrás claro antes de la primera página es que el argumento te depara ciencia ficción y un triángulo amoroso.Nunca me abandones. Kazuo Ishiguro 

Afortunadamente, la literatura es menos previsible que el ser humano, y mucho antes de llegar al final, cientos de palabras antes de alcanzar a vislumbrar qué cuenta realmente Nunca me abandones, el lector ya está preparado para admitir que no se esperaba algo así, y que si aún recuerda qué era, la historia de los chicos del internado inglés de Hailsham es sin duda más grande. 

Narrada en primera persona por una de sus antiguas alumnas, la joven Kathy H., ahora cuidadora de donantes y a punto de finalizar la tarea a la que ha dedicado once años, su vida y las de sus compañeros de Hailsham, Tommy y Ruth, corren paralelas y bajo un mismo sino que les vincula mucho más allá de lo que la amistad y el amor puedan unir a las personas. Lo que sucede, lo que no sucede, los detalles que para cualquiera pasan desapercibidos durante el transcurso de los años, son en su historia lo que vertebra la esperanza y lo que les impide una tregua con sus deseos.

No es este un libro para entender y creer, es un libro para sentir y callar. Para, al llegar al final, descubrir lo que todos sabían.

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