Nueve, diez, once, doce… ¡Feliz Año Nuevo! El 31 de diciembre, la noche más vieja del año, es motivo de celebración en todo el planeta. Sin embargo, según el rincón del mundo en el que nos encontremos, se da la bienvenida al nuevo año de forma diferente. ¡365 días por delante que merecen ser recibidos por todo lo alto!
– España: «En la Puerta del Sol, como el año que fue, otra vez el champagne y las uvas…» dice la famosa canción de Mecano. Y es que en España la tradición de comer doce uvas durante las doce campanadas es casi sagrada. Doce uvas de la suerte que representan los doce meses del año y las doce horas del día. ¿Un problema? Comerlas del tirón sin atragantarte… Se dice que quien consigue hacerlo tendrá un año de buena suerte. Las doce campanadas se retransmiten tanto por radio como por televisión, siendo el lugar más conocido para ello la Puerta del Sol de Madrid. Pero, ¿de dónde viene esta curiosa tradición? Se dice que en 1909, en Elche, para dar salida al excedente de una abundante cosecha, decidieron comer las uvas en Nochevieja. La idea gustó y hasta hoy. Otra costumbre típica de España es brindar con champagne antes de las uvas e introducir en la copa algún anillo o cadena de oro para atraer la buena suerte.
– Italia: Si hay algo que caracteriza la Nochevieja italiana son las lentejas. Un buen plato de estas legumbres no puede faltar en la última cena del año. Son símbolo de riqueza y dinero y la tradición se remonta a la época romana, cuando se regalaban lentejas con la intención de que se convirtieran en monedas de oro. Así que cuantas más lentejas comes, más dinero atraes. Otra tradición es la de llevar ropa interior de color rojo para atraer el amor y la pasión, costumbre que también se va instalando en España. Por otra parte, en algunas regiones de Italia también se deshacen de trastos viejos como símbolo de renovación.
– Dinamarca: Una tradición danesa muy curiosa y un tanto peligrosa es romper la vajilla utilizada en la última cena del año. Romper los platos en las puertas de las casas de los amigos como símbolo de prosperidad es una opción muy desestresante. Así que cuantos más platos rotos encuentres, más afortunado podrás sentirte. Otra costumbre también es subirse a una silla y dar un salto justo a los doce en punto de la noche para atraer la buena suerte.
– Filipinas: Los filipinos tienen por costumbre vestirse con prendas de lunares en Nochevieja. Vestidos, camisas, pantalones, corbatas… la idea es llevar lunares para atraer el dinero el próximo año. Eso sí, deberán tener un bolsillo donde meter unas cuantas monedas que se harán sonar cuando sean las doce. También es tradición comer alimentos con forma circular como símbolo de prosperidad, estando mal visto comenzar el año con una papaya o un mango. Asimismo, al igual que en otros países asiáticos, se comen fideos como símbolo de una vida larga. Cuanto más largo el fideo, una vida más larga tendrás.
– Cuba: Los cubanos celebran la Nochevieja por todo lo alto por ser además la fecha del triunfo de la Revolución Cubana. El lechón asado no puede faltar en la mesa y entre las costumbres más curiosas de este país destacan la de echar cubos de agua por la puerta o la ventana como símbolo de purificación del nuevo año o la de pasear con maletas por la calle para atraer la posibilidad de viajar más fácilmente en el futuro.
– Vietnam: Los vietnamitas, con la intención de entrar en el nuevo año con el mejor pie posible, limpian sus casas a conciencia. Al regirse por el calendario lunar, la fecha de Nochevieja varía de un año a otro y se sitúa entre finales de enero y principios de febrero. Las preparaciones comienzan semanas antes y cada familia, con el fin de ahuyentar la mala suerte, se preocupa de saldar sus deudas y solucionar conflictos personales. En las calles, la decoración se basa principalmente en los colores rojo y amarillo, que dan buena suerte, y se plantan tallos de bambú que son el equivalente de nuestros tradicionales pinos navideños. También tienen muy en cuenta quién es la primera persona que visita su casa en el nuevo año, ya que puede ser síntoma de buena o mala suerte.
– Sudáfrica: En este país africano la Nochevieja adquiere un ambiente de carnaval, ya que son muchas las personas que salen a la calle disfrazadas al ritmo de los tambores. También se tocan las campanas de las iglesias y se lanzan salvas al cielo. Como curiosidad, en una zona de Johannesburgo es costumbre tirar a la calle electrodomésticos viejos y usados como símbolo de renovación, por lo que puede ser peligroso pasear por la calle a medianoche.
– Grecia: Son muchas las tradiciones que se celebran en Grecia según la región. Una de ellas consiste en romper una granada, símbolo de la abundancia y la fertilidad por sus múltiples granos y de la buena suerte por su color escarlata. También se suelen preparar panes y dulces en los que se esconde dentro una moneda. El primero que la encuentre tendrá un año de buena suerte. Una costumbre más reciente es la de jugar a las cartas en Nochevieja con el objetivo de atraer la prosperidad. Por su parte, algunas familias siguen colgando un bulbo en las puertas de sus casas, considerada una planta fuerte por florecer sin tierra. Además, los niños reciben los regalos de San Basilio la última noche del año.
– Argentina: La cena de Nochevieja argentina incluye un buen asado, sándwiches de miga y dulces de postre. En la ciudad de La Plata es tradición quemar muñecos para festejar la entrada a un nuevo año y quemar todo lo malo del anterior. Estos muñecos, llamados momos, se crean específicamente para ser incinerados en Nochevieja. Además, es habitual celebrar la última noche del año en la playa o la piscina junto a una barbacoa.
– Rusia: La Nochevieja rusa se parece mucho a la Navidad. Los niños reciben regalos del Abuelo Hielo y la Doncella Nieve y los mayores preparan grandes ensaladas para la cena. Tampoco pueden faltar las mandarinas en la mesa. Debido a que la Navidad ortodoxa se celebra el 7 de enero, se dice que en Rusia se celebran dos Nocheviejas. Las campanadas más famosas son las de la Torre Spaskaia del Kremlin. Después, los rusos brindan y beben champán mientras suena el himno nacional.
Sea como fuere, el hecho de seguir vivos y poder celebrar la llegada de un nuevo año lleno de oportunidades y buenos propósitos es motivo de fiesta en cualquier país del mundo. Los deseos de buena suerte y prosperidad inundan el planeta y los fuegos artificiales se encargan de ahuyentar los malos espíritus. Una noche mágica en la que millones de personas se ponen de acuerdo para recibir un nuevo año lleno de ilusiones.
