Ni una noche sin electro

cartel de Basstard

Bajos y graves. Jager con Red Bull. Tatuajes. Piercings y dilatas. Juegos de luces. Pogos esporádicos. Cabezas arriba y abajo al ritmo de los bajos y graves. Party hard. Si te atrae la idea de aglutinar todo esto, oh, joven fiestero, estás de enhorabuena: el sábado se inaugura en Madrid una nueva sesión de dubstep y ritmos rotos, Basstard, que se suma al resto de sesiones de dirty electro y música de graves que llenan las noches de la capital. Hace dos años el problema de querer disfrutar de estos estilos musicales era que no quedaba más remedio que ir al curro con resaca salir entre semana: las opciones eran Zombie (miércoles) o, si te iba más el drum and bass, Twist (jueves). Ahora el problema reside en que es imposible disfrutar de todas las sesiones, por el bien del hígado y del bolsillo: Zombie, Twist, Dubstep in Madrid, Versus, Araña, VooDoo, Zoológico, WTF… y ahora Basstards. ¿Qué está pasando en Madrid?

 Uno de los puntos clave para entender el éxito de este tipo de música electrónica es el feedback que mantiene con otros estilos: su simbiosis con el metal

Skrillex y Korn
Skrillex y Korn
parece incombustible, desde las colaboraciones de bandas consagradas con djs (véase Korn con Skrillex o In Flames con Pendulum) a grupos de electrónica con un sonido cercano al metal (Hadouken o Bloody Beetroots); y más de lo mismo con el rap (las colaboraciones de Costa con Ikki, los remixes de S Curro o grupos como Foreign Beggars) e incluso el reggae (Asian Dub Foundation, La Phaze o Balkan Beat Box) hacen de la electrónica una caja ecléctica de graves que atrae por igual a amantes de la electrónica, raperos, rastas, metaleros, hardcoretas y fiesteros en general.

El manido lugar común de «en Madrid hay mucho de todo» juega a favor de la proliferación de estas sesiones, que en su citado eclecticismo pueden acoger a grupos numerosos de jóvenes con distintos gustos. Cada una tiene sus propios matices y encontrar la que más gusta es cuestión de ir probando. En común tienen los bajos y graves, el Jager con Red Bull, los tatuajes, piercings y dilatas, los juegos de luces, los pogos esporádicos y las cabezas arriba y abajo al ritmo de los bajos y graves. No sabemos si te gustará o no, pero podemos estar seguros de una cosa: al día siguiente tendrás agujetas.

 

 

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