La actriz irlandesa brilla en una tercera temporada cargada de drama, romance y cambios
Querido y amable lector: ¿La echabais de menos? Al fin la alta sociedad londinense ha regresado. Este jueves, Netflix estrenaba la tercera entrega de una de sus series más populares y adictivas: Los Bridgerton. En ella, se sigue la vida amorosa de las grandes familias de Londres durante la Regencia de la Reina Charlotte, quien también contó con un spin-off, estrenado el pasado año en la plataforma. Para esta ocasión, los ojos estaban puestos en «Polin», la pareja formada por Colin y Penelope. Por lo que querido lector, si desea seguir leyendo, queda avisado de los distintos spoilers que puedan aparecer a lo largo del texto.
En esta tercera temporada, Chris Van Dausen toma las riendas convirtiéndose en el showrunner. La sucesora en dirección ha sido la británica Jess Brownell, quien no ha alterado un ápice de la fórmula exitosa del fenómeno: drama y comedia unidos a la pasión y el erotismo con grandes bailes, pero, sobre todo, curiosos escándalos y cotilleos dignos de aparecer en la columna de Lady Whistledown. Como ya se sabe, esta se basa en una adaptación de las novelas de Julia Quinn, centrando un libro para cada hermano ordenados en orden alfabético. Sin embargo, esta tercera temporada rompe con el orden preestablecido en los libros, dejando a un lado el tercero Te doy mi corazón, centrado en Benedict Bridgerton, para saltar a Seduciendo a Mr. Bridgerton. Y, con ello, sucumbir a las reclamaciones de los millones de fans de continuar con la historia entre Colin Bridgerton (Luke Newton) y Penelope Featherington (Nicolah Coughlan).
Para Penelope es el tercer año consecutivo que se presenta en la temporada en búsqueda de marido. Casi convertida en una solterona, con una irritante madre que la priva de su libertad y unida a sus problemas como Lady Whistledown y con los Bridgerton, decide dar un cambio a nivel físico y personal. Recordemos que al final de la segunda temporada, Eliose Bridgerton (Claudia Jessie) descubre la verdadera identidad de su amiga, siendo incapaz de perdonarla cuando una de las columnas de la célebre escritora casi arruina su temporada. Rota la amistad, Penelope decide buscar a Colin a quien descubrió en una conversación de amigos confesando que «jamás seduciría a Penelope Featherington». Algo que, con la primera parte de esta tercera temporada va a quedar en entredicho.
Y es que, ya desde el primer episodio se observa toda una declaración de intenciones de lo que va a suponer la temporada. En la escena Eloise le menciona a su hermano Colin que está disfrutando leyendo Emma: «Lo que leía antes sobre mujeres que se abren camino fuera de la sociedad eran romances. Este libro tiene humor y verdad, y el dolor de la amistad. Es todo más probable».
Sin duda, el foco se va a concentrar en una sublime Nicolah Coughlan, quien ha sido capaz de transformar al patito feo en el que se había convertido la pequeña de los Featherington, tanto en los libros como en la serie, en todo un cisne elegante y hermoso, aunque aún sin experiencia en el cortejo. Para ello, contará con la ayuda del tercer hermano Bridgerton, quien había adquirido cierto reconocimiento en sus viajes y cuya evolución ha sido interpretada por un cabal Luke Newton, quien ha dejado atrás su timidez para desatar al Colin Bridgerton más seductor y cautivador.
La química que va a ir surgiendo en ambos van a opacar a los propios hermanos Bridgerton Eloise y Benedict, quienes se han convertido en personajes secundarios sin tanta importancia en la trama, al contrario que ocurría en la segunda temporada. Dos personajes muy poderosos y queridos por la audiencia a los que Van Dausen ha querido restarle protagonismo, centrándolos en destinos efímeros, por un lado, en una amistad con Cressida Cowper quien deja ver su lado más sensible y menos malvado; y, por el otro, una aventura con la viuda y empoderada Lady Tilley Arnold. Lo que sí que no ha conseguido deslustrar han sido las figuras de Anthony Bridgerton (Jonathan Bailey) y Kate Sharma (Simone Ashley), los nuevos vizcondes que vuelven de su luna de miel y quienes, a pesar de salir apenas unos minutos al principio de la temporada, han conseguido embaucar a la audiencia reclamando una mayor presencia en la misma.
Un protagonismo que también se ha ganado Hannah Dodd, la nueva cara que sustituye a Ruby Stokes como la nueva Francesca Bridgerton y quien se estrena en la temporada. La dulzura e inocencia de Dodd han conseguido ganarse al público en una Francesca guiada por su cabeza más que por su corazón a la hora de encontrar marido, pese a las indicaciones de su madre Violet Bridgerton (Ruth Gemmell). Una madre que, por lo que se ha visto en esta parte de la temporada, va a contar con un mayor protagonismo tras lo que parece el florecimiento de un nuevo amor de, nada más y nada menos, que el hermano de su mejor amiga Lady Danbury (Adjoa Andoh).
Por otro lado, la música una vez más se convierte en otro de los principales protagonistas. Canciones de pop moderno como Cheap Thrills, de Sia; ABCDFU, de Gayle; o Give Me Everything, de Pitbull, son algunas de las versiones que se han adaptado para el cuarteto de cuerda, dando ese toque moderno tan atrayente para la audiencia. Versiones que van a ir acorde con determinados momentos, como el del cambio físico de Penelope o la escena de pasión del carruaje junto a Colin. Una última secuencia que deja con la miel en los labios a los distintos fans, ya que termina con la propuesta de matrimonio del propio Bridgerton, pero sin una respuesta por parte de la pequeña de los Featherington.
Pasión, música, erotismo y escándalos. Sin duda, el cóctel perfecto de Los Bridgerton que nunca falla y que sigue atrayendo a la audiencia. Una audiencia que, desgraciadamente, querido y amable lector, va a tener que esperar al 13 de junio para conocer el desenlace de la historia de amor basada en la amistad entre Colin y Penelope.