Es un tópico, sí, pero es cierto: todos hemos querido viajar al espacio alguna vez. El salto de periodista a astronauta parece poco probable, así que no está de más visitar esta exposición traída desde Estados Unidos para poder sentirse un poco más cerca de esa experiencia que, salvo sorpresa, no podremos vivir jamás. Después de pasar por Estocolmo, llega a Madrid con cientos de objetos reales, equipo de astronautas y réplicas de naves.
La Nasa, una asociación bastante hermética no propensa a dar a conocer sus actividades, hace un ejercicio de transparencia y cede a esta exposición única elementos que no habían sido vistos antes.
Trajes espaciales antiguos y actuales, comida deshidratada, botellas de oxígeno, vehículos lunares, transbordadores, cohetes, paneles de mando. En La aventura del espacio podemos palpar el éxito de la raza humana, salir del planeta es llegar mucho más lejos de a lo que podríamos haber aspirado jamás.
En cifras, la exposición tiene 2500 metros cuadrados y más de 300 artefactos originales de gran valor histórico traídos desde los almacenes de la Nasa (también hay objetos soviéticos). Organizados cronológicamente, el visitante hará un recorrido por el esfuerzo de las dos grandes y antagónicas potencias por ganar la carrera espacial, para finalmente confluir en un proyecto multinacional.
Sputniks, Apollos, Challengers, todos tienen un hueco aquí. Incluso hay un simulador de fuerza 2G (pérdida de gravedad). Una colección muy interesante, a primera vista con un precio un poco elevado (14 euros) para sus dimensiones, pero justificado con objetos que rara vez tienen oportunidad de verse.
Nasa: la aventura del espacio está en el Pabellón XII del Recinto Ferial de la Casa de Campo desde el 15 de diciembre. No hay edad determinada para asistir a esta muestra, gustará a todos, porque más grandes o más pequeños, alguna vez hemos soñado con contemplar la Tierra desde fuera.
