La mercantilización del arte, o no

xirgu medea

Si Margarita Xirgu, gran dama de teatro, levantara la cabeza no sé muy bien qué pensaría de que uno de los grandes hacedores de dinero del teatro, Jesús Cimarro, se haya hecho con la dirección de programación del Festival de Teatro Clásico de Mérida. El festival inicia su andadura en el año 1933 con la puesta en escena de la Medea de Séneca, en versión de don Miguel de Unamuno con la Xirgu como protagonista. En 1934 se volvió a celebrar el festival pero, debido a la tensión política que se vivía en España se suspendió hasta 19 años después, en 1953, cuando se reinició con la representación de una Fedra a cargo de una compañía de teatro universitario.

 

En 1954 volvió el teatro profesional a la capital emeritense con la representación de un Edipo de Sófocles en la piel de Francisco Rabal y desde entonces hasta la fecha se ha celebrado ininterrumpidamente acogiendo en sus escenarios las representaciones de las obras más grandes del teatro clásico grecolatino.

Desde los comienzos del festival dicen que sólo ha habido dos Medeas comparables a la de doña Margarita Xirgu, la de Nuria Espert y la de Blanca Portillo, dos actrices con un concepto global de las artes escénicas. Precisamente fue Blanca Portillo la que, en un gesto de valentía y amor puro por las tablas, decidió asumir la dirección del festival en noviembre de 2010. Un intento fallido al descubrir que la libertad no era total. Melpómene y Talía no sabían de política, sólo sabían de actores, risas, lágrimas y grandes historias, pero todos los demás que rodeaban el festival sí sabían de esas bajezas humanas. La actriz dimitió de su cargo tras unas absurdas trifulcas en torno a la muestra fotográfica Camerinos, que no tenía más función que acercar al profano a la tensión bella que se vive entre bambalinas mientras los artífices del sueño del teatro, los actores, se preparan para salir a escena. A algunos no les gustó que el maquillador que eligió Tomäz Pandur para preparar a Asier Etxeandía para su Divina Comedia se inspirara en el Cristo de Velázquez y que se lo colgara en salva sea la parte para poder copiar mejor la caracterización. Nimiedades ilógicas que centran la atención en lo menos importante. Poco se supo del éxito o el fracaso de la temporada. ¿Es más importante las ideologías personales de cada uno que las artes? Para algunos parecía que sí.silencio medea

Con el cambio de color político de la Junta de Extremadura y del ayuntamiento de Mérida se esperaba que, aunque Blanca Portillo hubiera continuado, la labor de dirección de la actriz madrileña se viera truncada. José Antonio Monago, actual presidente de la Junta, y el patronato del festival han sacado a concurso la dirección de programación y la ha ganado el director de Pentación, una empresa de iniciativa privada, cuyo objetivo es producir, promocionar y distribuir espectáculos teatrales. El productor ermuarra deberá someter todo a la opinión del patronato, pero ya ha plantado la primera pica en el terreno. El miedo de muchos viene dado por la situación económica, comentario ya manido, en la que vive el país. Con esta decisión, ¿hasta dónde puede intervenir el señor Cimarro? ¿Hasta dónde el freno del patronato cuando han sido ellos quienes han elegido al creador de Pentación? Se sabe que una de las grandes quejas de muchos productores teatrales es la subvención excesiva de las artes escénicas por parte del Gobierno Central, rozando la competencia desleal de las compañías públicas frente a las privadas, pero también estas subvenciones buscan las excelencia en los montajes. El nombre de la CNTC asegura cierta calidad de la producción. Siendo el Festival de Teatro Clásico de Mérida público, ahora a medias, ¿cómo va a influir la mano privada en la calidad de programación? De acuerdo que no todo puede ser el arte por el arte. ¿Hasta qué punto se puede hacer dinero con absolutamente todo? Se aceptan apuestas.

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