‘La hora del lobo’: un thriller orwelliano sobre la injusticia social

Imagen promocional de la obra de teatro 'La hora del lobo'

Teatros Luchana presenta una pieza teatral de suspense que cuenta la historia de dos desconocidos que, encerrados en una habitación hermética, deben descubrir qué hacen ahí y cómo pueden escapar en tan solo una hora

Una luz roja ilumina el escenario, donde se encuentran dos personas en ropa interior encerradas entre cuatro telas que simulan una habitación hermética. Al despertar, confusas e intranquilas, observan cómo un marcador inicia una cuenta atrás. Una hora. Eso es todo lo que tienen para descubrir qué hacen ahí y cómo pueden escapar.

Teatros Luchana presenta con esta primera escena La hora del lobo, una pieza teatral de suspense escrita por Jonathan Espino y dirigida por Víctor Páez, que se aleja en esta ocasión de sus habituales comedias y musicales para ofrecer una historia cruda en la que aborda temas complicados como el acoso escolar, el rechazo de las identidades de género o el suicidio.

El relato se construye, principalmente, a través de los diálogos de Pablo (Rubén Lucas) y Estefanía (Dunia Rodríguez), dos desconocidos que se sentirán amenazados no solo por encontrarse secuestrados en un pequeño habitáculo, sino también por verse directamente señalados ante una frase que aparece en un monitor de la pared: “Sabemos lo que habéis hecho”.

Mirar por una mirilla

¿Son buenas o malas personas? Atravesando la cuarta pared (algo que suele suceder en las representaciones de Páez) y utilizando elementos interactivos, la obra trata de jugar con las mentes de los espectadores, que deberán juzgar por sí mismos si los protagonistas son culpables o no de los delitos de los que se les van a acusar a lo largo de su encierro.

Para mantener en vilo al público, la trama toma la estructura orwelliana del Gran Hermano que siguen otros productos audiovisuales tan populares como El juego del calamar (Hwang Dong-hyuk) o Saw (James Wan). Asimismo, también hace referencia obvia a la película homónima de Ingmar Bergman, en donde las mentiras y la culpa envuelven a los personajes de la misma forma que en esta historia.

Finalmente, la idea que persigue Páez en su nuevo proyecto es hacer reflexionar sobre las injusticias sociales y el papel que cada persona puede tener en su desarrollo. ‘¿Somos tan inocentes como pensamos?¡, esta es la pregunta intrínseca que se hace respira durante el espectáculo, que incide también en la idea de que todos los actos tienen consecuencias y que, por tanto, pueden llevar a castigos. Por esto, siguiendo con el concepto que da título a la obra, cabe hacerse otra pregunta: ‘¿quién teme al lobo feroz?’

Estará en cartel hasta el 7 de enero. Las entradas pueden adquirirse aquí.

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