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‘La Cantera’, juventud, raíces y el alma de Guitarricadelafuente

La Cantera, el álbum debut de Guitarricadelafuente
La Cantera, el álbum debut de Guitarricadelafuente. Imágen de David Gomez Maestre

Verano de 2018, el pueblecito aragonés de Cuevas de Cañart, los acordes de una guitarra española y la voz rota de un joven llamado Álvaro Lafuente: “Hace tiempo que olvidé el sabor a agua salada. He vendido ya mi alma al diablo por la plata”. Son los primeros versos de Guantanamera, una canción que, sin esperarlo, lo dio a conocer y que, junto a su guitarra, sigue siendo su seña de identidad. Una fusión tan pura entre instrumento y artista con la que pasó a nombrarse Guitarricadelafuente.

Ahora, cuatro años después de ese exitoso single, estrena La Cantera, su álbum debut de 14 canciones. Así es, su primer álbum. Y es que, aunque durante todo este tiempo haya publicado distintos sencillos muy sonados, como El Conticinio, Abc, Ya mi mamá me decía o Nana triste, junto a Natalia Lacunza, el cantautor de 24 años no contaba con un disco. Ahora, ya lo tiene. Es propio, es personal, es sentido y, aunque cuatro años separen a Guantanamera de La Cantera, Guitarrica sigue apostando por sus raíces, su tierra y el folclore.

La Cantera, el álbum debut de Guitarricadelafuente

Definir el estilo del artista es complicado, ya que no cuenta con uno concreto y se nutre de todos aquellos músicos que a lo largo de los años ha escuchado. No es necesario encasillarlo en un género. Más aún cuando La Cantera cuenta con canciones escritas y compuestas desde antes de Guantanamera hasta el momento. Sin embargo, el álbum es juventud y raíz, porque La Cantera son los chavales que bajan por la cuesta y que así llaman los mayores del pueblo del artista. La Cantera es escuchar el alma antigua y vieja, el espíritu sensible y dulce de Guitarricadelafuente que, además de voz desgarrada y guitarra en mano, esta vez acompaña con vientos, teclados y algún que otro sonido sintetizado.

Espíritu añejo y letras para el alma

Si hace cuatro años, el joven artista cantaba que había olvidado ese gusto salado del agua mediterránea, con este álbum debut, la sensación a mar, atardecer de verano, suave ajetreo de olas y sabroso calor de agosto en horas bajas se perciben de inicio a fin. Mil y una noches abre el disco y A Carta cabal lo cierra, una canción que consigue distinguirse del resto a través del sonido instrumental de vientos sintetizados y que estrena videoclip el mismo día que el álbum sale a la luz. Un vídeo con tal hechizo, que tiene mucho más de película, que de vídeo musical. Un deleite sonoro y visual.

Videoclip de A carta cabal, una de las canciones que conforman La Cantera, de Guitarricadelafuente

La canción Caballito se asemeja a la rumba a través de unos toques de guitarra más marcados, El Mochuelo es breve y con los versos del cura Don José a través de la voz de una mujer. Flor de caramelo y Vidalita del mar, esta última estrenada tres meses antes, son el más puro Guitarrrica, ese al que tan solo le bastan algunos acordes de cuerda y voz desgarrada para cantar desde y para el alma. Más aún cuando ambas canciones se escuchan a través de unos cascos.

Con tan detalle, cuidado y cariño está compuesta y pensada La Cantera, que la transición entre La Algarabía a Quien encendió la luz es, literalmente, música para los oídos. Además, la primera cuenta con el inesperado acompañamiento de las tres voces gallegas Tanxugueiras. Amanita, Redondico (como los albaricoques) o La Filipina son algunas de las canciones que acaban de dar forma al álbum. Cuarenta minutos de letras dedicadas a los orígenes y que, llegados al final, dejan con apetito de más: «Que es lo que he tomado. Añejo y bacano», canta en Antes de que quieras olvidar. Sin embargo, de entre las 14 letras, la sentida versión del clásico A mi manera, que estrenó a finales de abril, no es una de ellas.

A mi manera, la versión del clásico de Claude François y Jacques Revaux, por Guitarricadelafuente

Tal vez, el único fallo de La Cantera sea no contar con este single. O tal vez, no adelantarse a Claude François y Jacques Revaux cuando en 1967 la compusieron. Una letra que, verdaderamente, también podría ser obra de Guitarricadelafuente, ya que a lo largo de estos cuatro años ha demostrado poder cantar a voz rota que, si ha llegado donde está ahora, es por hacerlo a su manera.

Mariona Tijeras

En proyecto de periodista cultural y graduada en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Amante del cine, si puede ser en la gran pantalla, y de la música, mucho mejor si es a través de unos cascos.

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