“Otorgar este premio es un acto de justicia histórica que reconoce la evolución de nuestro audiovisual”, expresa Enrique Cerezo en la rueda de prensa previa a la entrega de los premios.
Por Felipe López Rendón y Daniela Zambrano
El próximo sábado 14 de diciembre en el Palacio Municipal IFEMA de Madrid se celebrará la trigésima gala de los premios Forqué. Un espacio que busca el reconocimiento del profesional técnico y artístico que envuelve las producciones españolas del séptimo arte.
Además de celebrar la 30ª edición de los premios, se conmemora la vida y obra de José María Forqué y se hace un especial reconocimiento al director José Luis Garci (Madrid, 1944), otorgando la Medalla de Oro a este hombre que ha llevado por todo lo alto la bandera de España en grandes producciones de Hollywood.
Garci es director de cine, productor, guionista, crítico, presentador de televisión y autor literario. Cada galardón que se le ha concedido es un fiel testimonio de su talento y disciplina. Entre las más destacadas distinciones que ha recibido se encuentran el Premio Goya a la mejor dirección (1988) por la película Asignatura aprobada, escrita por el propio Garci y el director Horacio Valcárcel; el Premio González-Ruano (1989) de periodismo por su artículo Un maestro; el Premio Ciudad de Alcalá (2013) en la categoría de artes y letras como reconocimiento a su aportación en la creación cinematográfica; pero el más distinguido y quizá el más importante de su palmarés es el galardón de los Premios Oscar (1982) en la categoría de mejor película de habla no inglesa por Volver a empezar.
«Es un auténtico lujo tener una relación tan cercana con alguien que, a pesar de la fama y el éxito, ha conservado una humildad y una autenticidad únicas», expresa Enrique Cerezo el reconocido productor cinematográfico, quien además de ser amigo cercano de Garci, será quien le entregue la medalla el día de la gala.
El premio colectivo
“Yo soy modelo del 44, visto así parece mucho, pero viendo lo que he vivido me siento como un chaval», dice Garci en el momento en que recuerda a su gran amigo y colega José María Forqué, con quien vivió grandes experiencias y quien además contribuyó a su crecimiento en el mundo del cine. El humor es una de las características principales de este personaje y, a sus 80 años, mantiene la alegría que siempre lo ha caracterizado. Su apellido real es García, pero desde que tenía 11 años, su profesora de la escuela siempre lo llamó Garci. Así se sintió identificado desde ese momento y, más adelante decidió registrarse así en la sociedad de autores, sin la «A».
En el momento en que empezó a buscar su trayectoria en el mundo del cine, siempre tuvo claro que quería ser productor. Hacia el año 1974, aproximadamente, tuvo la oportunidad de seguir todo el proceso creativo de una película —cómo se hacen los decorados, el rodaje y todo lo que implica la producción— lo que le sirvió como una escuela durante tres años y reafirmó que era a lo que quería dedicarse por el resto de su vida. “Para mí, el trabajo del productor es el más creativo. Es quien elige el tema, quien lo escribe, elige además quién es el más idóneo para dirigir la película y es quien tiene que luchar con los distribuidores e incluso velar por estrenar en una fecha específica”, dice Garci refiriéndose a la importancia de recibir esta distinción.
Nunca se ha sentado durante un rodaje y tampoco ha hecho un casting, pues considera que esto puede llegar a ser muy humillante para los actores y las actrices. Está convencido de que los premios no los ha ganado él solo; tiene muy claro el papel que juega cada persona dentro de una producción. A pesar de que es quien toma la decisión final en cada momento, sabe que para poder ejecutar siempre va a necesitar a otro ser humano a su lado. Por eso insiste en que este premio es colectivo. “Pasa el tiempo y lo que más echas de menos es la gente con la que has trabajado, tanto en el equipo artístico como en el equipo técnico”.
Ante la expectativa del público de nuevos proyectos, el director es claro al expresar que no está interesado en participar en ninguna producción. No se ve en esa vida tan ajetreada y llena de movimiento, con tantas reuniones y actividades que requieren mucho tiempo y energía. A estas alturas, eso no le emociona. Lo que sí tiene claro es que, si pudiera hacer una película contemporánea que narre la historia reciente de España, sería la historia del atentado del 11M de 2004 en conmemoración a las personas que allí murieron.
Para finalizar, Garci manifiesta que describir lo que sintió al enterarse de que sería galardonado con este premio es muy difícil de explicar. “La felicidad es algo inesperado, no se busca, te llega. Pasa como con el amor, te llega o no te llega, no hay que buscarlo”, dice cerrando su discurso y reiterando, que este premio no es sólo obra suya, sino de todos los que lo han rodeado: “te sientes feliz e impostor al mismo tiempo”.