La película, dirigida por Todd Philips, y protagonizada por Joaquin Phoenix y Lady Gaga, ha recaudado casi 122 millones de dólares en su primer fin de semana a pesar de las malas críticas
La historia de uno de los personajes más famosos de DC, Joker, continúa con una nueva entrega de la historia que el director Todd Philips comenzó a contar en 2019, de la mano de un Arthur Fleck interpretado por Joaquin Phoenix. Hablamos de Joker: Folie à Deux, recién estrenada este pasado viernes 4 de octubre.
El largometraje retoma la historia de Arthur Fleck, ingresado en un centro psiquiátrico a raíz de haber cometido seis delitos de homicidio. Debido a su buen comportamiento, uno de los comisarios decide apuntar a Fleck en un grupo de música dentro de Arkham, donde conoce a Lee Quinzel (interpretada por Lady Gaga) y comienzan una historia de amor.

Una secuela duramente criticada
Su estreno no ha dejado un buen sabor de boca y la película está siendo duramente sentenciada tanto por la crítica como por los seguidores de DC, aunque esa ola de odio, es cuestionable. La segunda parte de Joker aporta aún más concienciación sobre los trastornos mentales que su precuela, algo que no se puede ignorar en absoluto. Aparte de Fleck, se presenta el personaje de Lee, que está totalmente interesada en el personaje de Joker en vez de por el humano que hay bajo la pintura de payaso.
Aunque Lee sea un punto muy importante en la trama, Todd Philips ha conseguido que el personaje al que da vida Lady Gaga se quede en un segundo plano de manera total, haciendo que aparezca y desaparezca de escena sin ningún tipo de conexión, a pesar de que la cantante borde el papel en todo momento y llegue incluso a transmitir su locura a la audiencia.
Joaquin Phoenix, por su parte, ha vuelto a demostrar que ha nacido para poder dar vida de alguna manera al Joker, pues el papel le sienta mejor que a su propio personaje el color verde con el que se tiñe la melena. En esta cinta, el protagonista se muestra mucho más calmado que en la primera y, además, lucha por intentar cambiar de parecer para poder llevar una vida tranquila y reformada.
Positivamente, esta secuela sigue conectando con la película original, pues en todo momento se respeta la historia del primer largometraje, le aporta continuidad y completa alguna que otra parte que no se terminó de narrar.
Asimismo, el film también cuenta con puntos que no son del todo acertados. Uno de ellos es que el argumento que más duración tiene en el largometraje es la sentencia de cómo Arthur Fleck va a ser condenado tras los asesinatos que cometió en la primera parte, haciendo que el espectador pueda cansarse de ello y desconectar por completo de la película.
Otro aspecto que se debe resaltar de una manera negativa es el miedo que ha parecido demostrar Todd Philips a que su película sea un musical en toda regla: las canciones suenan a medio gas, aparecen de repente sin motivo aparente y se reducen a sonar solo unos segundos, dejando al espectador con ganas de más (o de menos, en algunos casos).
Harlequin, un álbum de regalo
Dentro de su banda sonora, algo que destacar de manera positiva es el duro trabajo que ha hecho Lady Gaga para llegar a sonar desafinada en la película. La actriz y cantante ha explicado en muchas entrevistas que tuvo que desaprender a cantar para interpretar a Harleen Quinzel debido a que su personaje no sabe cantar como ella.
De hecho, la cantante no dudó en ponerse manos a la obra de una manera totalmente confidencial y comenzó a trabajar en Harlequin, un disco que publicó de manera inesperada una semana antes del estreno de la película con el fin de poder mostrar al mundo sus propias versiones de las canciones incluidas en la banda sonora, totalmente afinadas y, en algunos casos, sonidos alternativos a los originales. Además de ello, se incluyen dos canciones totalmente originales tituladas Happy mistake y Folie à Deux, un vals que la propia Gaga compuso íntegramente.
En definitiva, la película no merece tanta crítica negativa como está recibiendo. El film consigue entretener y mostrar una nueva historia del villano de DC totalmente redonda de principio a fin, aunque a veces carezca de pequeños matices.