Jaque Mate de Kubrick

Portada de la exposición de Stanley Kubrick
Portada de la exposición Stanley Kubrick / Stanley Kubrick. The Exhibition

Una exposición en el Círculo de Bellas Artes muestra el universo cinematográfico del icónico director a través de más de 600 piezas

Stanley Kubrick. The Exhibition es la propuesta del Círculo de Bellas Artes para elogiar a uno de los directores de cine más destacados del siglo XX. Una exposición que reúne más de 600 piezas que conforman toda su carrera cinematográfica, desde sus tímidos inicios, su apogeo y, también, su inesperado desenlace. La exposición se inauguró el pasado 21 de diciembre, coincidiendo con el 50 aniversario de una película que marcó un antes y un después en la filmografía del cineasta, La naranja Mecánica (1971). Una exhibición que finalizará el próximo 8 de mayo.

El azar no era amigo de Kubrick. El cineasta controlaba todos los aspectos de su obra cinematográfica. A los doce años comenzó a jugar al ajedrez, una afición que le llevó a formar parte del Marshall Chess Club. Esta estrategia le ayudó a la hora de elaborar sus películas, controlando a los actores, la iluminación y, por supuesto, el guion. Pero antes de darle al botón de REC, Kubrick comenzó su carrera en el mundo de la fotografía, fue fotógrafo durante años en un periódico, hasta que consiguió hacerse con una cámara de vídeo. El objetivo era el mismo: captar una forma de ver el mundo tras la lente.

Ahí comenzó la historia que todos conocemos. Su primera película, Miedo y Deseo, se estrenó en 1953, donde se pudo observar su acercamiento al cine bélico. Otros títulos del mismo género, pero posteriores, son Senderos de Gloria (1956), ¿Teléfono Rojo? (1964) y la mítica La chaqueta Metálica (1987). 

Un joven Stanley Kubrick
Un joven Stanley Kubrick / Adrián González Sebastián

Una vez dentro del mundo de Kubrick, la exposición se divide en dos espacios distintos. Una primera parte como toma de contacto con el cineasta mediante vídeos, objetos de colección, cartas, maquetas y hasta atrezzo de sus películas. Una exposición que reúne todos los requisitos para adentrarse dentro de su propio cerebro. Su primer acercamiento con el séptimo arte está marcado por el cine negro, done tuvo un gran protagonismo el realismo y el género documental. El Beso del Asesino (1955) y El Atraco Perfecto (1956) recrean a la perfección una atmósfera muy cuidada, propia de Kubrick. Su obsesión por los decorados y la localización se presenta en cada una de sus películas, junto con su destreza para realizar movimientos de cámara y, así, conseguir atrapar al espectador dentro de la propia trama.

La literatura como comienzo

La gran mayoría de películas que representó en la gran pantalla eran obras literarias que Kubrick había devorado. Intentaba plasmar la primera sensación que tenía al leer un libro para luego recrearla en movimiento. Tanto, que hasta los guiones tenían que ser precisas réplicas. Una de sus obras más emblemáticas fue Lolita (1962). Mostraba siempre su toque personal, sus emociones, siempre acompañado de una dosis de ironía.

Efecto óptico en Stanley Kubrick: The Exhibition
Efecto óptico en Stanley Kubrick: The Exhibition / Mario García García

Entre los géneros que más predominan en su listado de películas se encuentra el bélico, el de terror, el cine negro y, por supuesto, el de ciencia-ficción. Películas que le han costado la etiqueta, en bastantes ocasiones, de polémico. Obras cinematográficas como Senderos de Gloria y La Naranja Mecánica fueron censuradas por el régimen franquista, siendo la última estrenada dos años después de su presentación oficial. 

El segunda sala se muestra al público para vivir la experiencia de su trayectoria. Espacios muy bien caracterizados dependiendo del entorno de la película. Obras conocidas como 2001. Una Odisea en el espacio (1968), Barry Lyndon (1975), El Resplandor (1980) y Eyes Wide Shut (1999), junto con las ya mencionadas anteriormente, La Naranja Mecánica y La Chaqueta Metálica.

La importancia de la decoración

La iluminación, junto con la decoración, es una de las piezas fundamentales para la inmersión en esta experiencia. Su gran poema visual, 2001. Una Odisea en el espacio, fue creado cuando los avances tecnológicos podían hacer justicia a la visión que tenía Kubrick de la propia película. Una obra que revolucionó la ciencia-ficción y creó un cambio en este género. La iluminación, casi blanquecina, se apodera entre los diferentes espacios decorados creando la sensación de estar en otra galaxia. Además, invita al espectador a ser partícipe de la historia con la incorporación del pasillo característico de la nave espacial, creando la sensación de ser Keir Dullea interpretando al personaje principal, David Bowman.

Toda una inmersión donde la música de fondo se fusiona a la perfección con la atmósfera. La exposición de la maqueta de la icónica nave roba el protagonismo del mismo atrezzo de la película, mostrando los pequeños detalles de su elaboración, funcionamiento y también su innovador movimiento. 

Escena de la Naranja Mecánica (1971)
Escena de la Naranja Mecánica (1971) / Stanley Kubrick: The Exhibition

Conforme se van sucediendo los diferentes espacios, el decorado cambia para adentrarse en un ambiente más terrorífico, comenzando con la moqueta tan característica del Hotel Overlook, donde Jack Torrance, interpretado por Jack Nicholson, pierde por completo la cabeza. Un rodaje no del todo fácil. Shelley Duvall afirmó, después de la película, haber sufrido secuelas de estrés tanto a nivel emocional como físico por la presión sufrida durante el rodaje. Un rodaje perfectamente teletransportado dentro de los muros de El Círculo de Bellas Artes, donde aparecen las emblemáticas gemelas, la máquina de escribir donde Jack repite una y otra vez «All work and no play makes Jack a dull boy» e, incluso, se muestra el hacha clavada en la puerta, icono del cine de terror. 

La máquina de escribir de El Resplandor
La máquina de escribir de El Resplandor / Adrián González Sebastián

Su última obra

Eyes Wide Shut fue su última película, pero Kubrick jamás pudo saber qué recibimiento tuvo por parte del público. El cineasta murió de un paro cardíaco cuatro días después de presentarla en petit comité a su familia y a los personajes estrella de la película, Nicole Kidman y Tom Cruise. Una obra que se ha convertido en una de sus películas más complejas al mezclar temas como la sensualidad, sectas y prácticas oscuras. La exposición acaba con este ambiente donde reina el misterio y el sexo, mostrando al público las diferentes máscaras que aparecen en su última obra, cargadas de un gran poder enigmático.

Atrezzo de una de las escenas de Eyes Wide Shut
Atrezzo de una de las escenas de Eyes Wide Shut / Adrián González Sebastián

Martin Scorsese ya afirmó que el cineasta había conseguido más que muchos otros directores, crear arte siempre bajo su punto de vista y normas, controlando todos los aspectos como si estuviera de lleno en una partida de ajedrez, donde cada uno de los movimientos cuenta. Kubrick ha hecho jaque mate, ha conseguido depositar en nuestras retinas las imágenes más recordadas de la historia del cine. 

Tráiler de Stanley Kubrick: The Exhibition

Mario García

Periodista cultural amante de la parafernalia. El Ziggy Stardust del periodismo.

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