
Una puerta. Un objeto aparentemente sencillo de la vida cotidiana que, en un espacio arquitectónico, tan solo sirve para separar estancias al abrir y cerrar. Sin embargo, para la artista surrealista Dorothea Tanning (1910-2012, Estados Unidos), la puerta constituye un concepto mucho más amplio y complejo.
A pesar de haber sido una de las mayores figuras de la vanguardia internacional con una carrera prolífica, Tanning quedó a la sombra de los grandes protagonistas surrealistas de su época y, sobre todo, de la de su marido, el pintor alemán Max Ernst (1891-1976).
La muestra Dorothea Tanning. Detrás de la puerta, invisible, otra puerta del Museo Reina Sofía, abierta al público hasta el 7 de enero, incluye más de 150 obras de arte creadas entre los años 1930 y 1997 –pinturas, dibujos, collages, esculturas, vídeos- que ilustran la visión de la artista norteamericana y le rinde así un merecido homenaje.
Concretamente, la exposición se divide en ocho espacios expositivos en los que los temas ordenados cronológicamente – el autorretrato, las partidas de ajedrez, la femme-enfant (mujer-niña), la novela familiar, la danza, las esculturas blandas, la arquitectura de lo siniestro y el deseo dionisiaco- están unidos entre sí por un mismo motivo: examinar las fronteras de lo real en la obra de la artista, junto a un elemento recurrente.
La puerta se presenta así como un símbolo de lo desconocido; una invitación al atrevimiento para que los observadores se aventuren más allá de lo real y se adentren en un mundo donde los sueños y los miedos; el espacio privado y público, pierden su sentido más profundo. No hay cabida para el prejuicio ni lo convencional.
La gran influencia de Tanning en el arte vanguardista y el diseño contemporáneo queda reflejada en esta retrospectiva (quizás un tanto breve) apabullante. No solo destaca su singularidad, sino que también ofrece una exploración de temas estrechamente ligados a la vida social y cultural de cualquier individuo: el deseo sexual, el poder de lo inconsciente, la imagen tradicional de la familia y del hogar o la niñez vista como una etapa entre la inocencia y el conocimiento.