Estrella Morente toma el relevo

La grandeza del legado morentiano no tiene fin. Así lo ha ratificado la hija del fallecido cantaor flamenco Enrique Morente, con una joya de obra que rompe su silencio discográfico desde hace seis años. “Autorretrato es una palabra que está bien hecha, es el reflejo de un interior”, explicaba la cantaora Estrella Morente sobre el título de su último trabajo, con el que ahora recorre los principales teatros de España.

Sevilla, Barcelona, Bilbao, Granada, Madrid, Valencia, Almería y también fuera de nuestras fronteras en Londres, tienen la oportunidad de sentir con un cante que nace de lo más profundo del alma de una mujer, que aún llora sin cesar la muerte de su referente personal y profesional. Hace ya más de dos años del fallecimiento de su padre Enrique Morente, pero Estrella todavía se emociona al recordarlo. Cada vez que se menciona su nombre, la cantaora se desvanece en un esfuerzo descomunal, por evitar que de sus ojos vuelvan a brotar las mismas lágrimas que le dedicó en su despedida. Aquel día, en el entierro de su padre, una Estrella vestida de riguroso luto y llevada por la emoción, se arrancó a cantar la ‘Habanera Imposible’ de Carlos Cano, una sentida saeta que desgarró el velatorio. Cuentan quienes vieron y escucharon aquel momento que fue la viva estampa del sonido del dolor, el desamparo y la pérdida. Al término de su magistral interpretación, Estrella cayó rendida sobre el féretro sepultado de flores.

Lo cierto es que todavía hoy, la cantaora no se ha recuperado de esa pérdida. El reflejo de un interior dolorido, aunque sublime de cara a la interpretación de sus temas, envuelve cada una de sus actuaciones. Esta pasada semana, Madrid tuvo la oportunidad de deleitarse con su cante jondo. La intérprete recaló en el Teatro Real donde deslumbró desde un comienzo, atravesando serena el patio central de butacas, para abrir seguidamente su actuación con el ‘Pregón de las Moras’. A lo largo de la noche, la artista granadina hizo gala de una elegancia innata y la honestidad que desprende su torrente de voz. Los espectadores, sumergidos en su cante, disfrutaron de un recital que acarició los temas de su último disco, en el que destacan composiciones propias como ‘A Lola’, un homenaje a la familia Flores o una digna versión de ‘La Estrella’, canción que Enrique, productor del disco, dedicó a su hija al nacer. Además, este último trabajo cuenta con colaboraciones estelares como las de Tomatito, Paco de Lucía, Michael Nyman, Montoyita o Ketama. La artista incorpora también su poema favorito ‘Le di a la caza alcance‘ de San Juan de la Cruz. Estrella cautivó, pues todavía se oyen los aplausos que el público le brindó tras un soberbio concierto.

La artista granadina, muy a su pesar, ya no vive a la sombra de su progenitor, aunque el apellido de una saga de grandes cantaores y bailaores le acompañará siempre. Desde su debut a los dieciséis años, el flamenco le ha enseñado a madurar tanto en lo personal como en su faceta artística. Cada vez se parece más a su padre, pero ahora, la niña de los ojos de Enrique Morente debe volar sola. “Vuelvo a los escenarios por él, por los míos, porque tengo que volver”, confiesa Estrella.

 

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