Acaba de comenzar su carrera musical y ya recorre medio mundo compaginando la gira de presentación de su disco con sus apariciones como artista invitada en los conciertos de Coldplay. Una muy buena carta de presentación para Emeli Sandé que, a sus 24 años, nos presenta su primer álbum de estudio: Our Version of Events (Virgin Records). No se trata este de nuestro primer contacto con el trabajo de la artista ya que anteriormente hemos podido escuchar sus canciones a través de voces como la de Leona Lewis o Alesha Dixon. Tampoco es la primera vez que oímos su voz, que nos llegaba a través de colaboraciones como la que hizo junto al rapero Chipmunk en ‘Diamond Rings’.
Sin embargo, ahora la escocesa ha decidió apostar por sí misma y se ha volcado en su carrera como intérprete que, si por algo se caracteriza, es por un comienzo exitoso. Ganadora del Premio de la Crítica 2012 en los Brit Awards, Our Version of Events (que salió al mercado el 13 de febrero de 2012) entró directamente al número 1 de la lista de ventas de Reino Unido.
Pop, soul, R&B, hip-hop −e incluso reminiscencias al dance de los noventa−, un popurrí de estilos con los que Emeli va experimentando a lo largo de 14 temas que, a menudo, recuerdan a otras figuras de la música como Alicia Keys, Rihanna, Beyoncé o Madonna. El denominador común: un piano que la artista maneja con virtuosismo y un vozarrón negro que nos ofrece todo un abanico de registros, eligiendo uno u otro según las distintas melodías. Encontramos así temas más movidos como ‘Next to me’ o el single debut ‘Heaven’, otros más lentos como ‘River’ o ‘Suitcase’ y baladas excepcionales como ‘Maybe’ y ‘Read all about it’, un bonus track delicioso interpretado a la voz y al piano que constituye el perfecto cierre para el disco.
Lleva poco tiempo y no sabemos con exactitud hasta dónde llegará, pero que se vayan preparando Beyoncé y Rihanna porque tenemos una nueva diva negra en el panorama musical y promete ser una dura competidora. Quédense con su nombre: Emeli Sandé.