El mundo del streaming ha llegado a nuestras vidas para quedarse … y desde luego, para expandirse. Con los ya conocidos sistemas de música como Spotify o Apple Music, entre otros y plataformas de vídeo como Netflix, HBO, o Amazon Video, muchos pensaban que esta nueva forma de disfrutar del entretenimiento había tocado techo. Pero, nada más lejos de la realidad.
Este servicio multimedia está buscando nuevas formas para seguir con su imparable expansión y parece que ha encontrado dos nuevos focos en los que centrarse: los videojuegos y ,atención, ¡el teatro!
Para el mundo de los videojuegos y sobre todo para ordenadores, el streaming ha sido una pieza muy importante desde hace tiempo. Ahora este sistema se está tratando de desarrollar en otras plataformas y así poderlo disfrutar directamente en el televisor. Si bien es cierto que sobre todo las dos grandes compañías por excelencia, Sony (Play Station) y Microsoft (Xbox), dan la oportunidad de comprar individualmente un juego y descargarlo en el disco duro, o llegan a ofrecer alguno que otro gratuito a sus suscriptores en línea. Ahora, esta industria trata de dar un paso más.
Es el caso de WADE. Una empresa que acaba de lanzar al mercado un sistema de suscripción mensual por el coste de 7,99 euros que permite el acceso a un amplio catálogo, ya que tienen acuerdos con productoras tan relevantes como Sega,Warner Bross o Disney. Además, se están renovando continuamente para garantizar al público una mayor variedad. Pero todo, casi siempre, tiene su letra pequeña. Antes hay que hacerte con un dispositivo especifico para conectarlo a la televisión que cuesta 100 euros y que solo puedes encontrar en exclusiva en El Corte Inglés.
Algunos de los usuarios que ya han tenido la oportunidad de disfrutar de ello no han tardado en hacer públicos sus comentarios en foros. Y es que, pese a que muchos consideran esta iniciativa muy positiva, debido a los elevados precios que tienen actualmente los videojuegos, los servidores no están funcionando correctamente y parece ser que las horas en las que pueden acceder a ellos se ven considerablemente reducidas.
Por otra parte está el caso del teatro. La verdad es que cuanto menos es sorprendente. ¿No está acaso la gracia del teatro en vivir in situ la representación y que cada una de las mismas sea única y especial? En algunos países, como Francia, ya llevan tiempo ofertando, previo pago mensual o anual, poder disfrutar desde casa tanto de obras teatrales, como de ópera o danza. En el caso de España tenemos dos opciones. Desde Barcelona se ha creado PlayTheatres en el 2018, donde se ofrece la opción de pagar mes a mes o alquilar las obras de manera individual. En Madrid se ha lanzado AllTheather en el que, además, ofrecen un sistema de visión de algunas obras en 360 grados.
Resulta cuanto menos curioso que, aunque se creía que con estos productos la piratería se reduciría considerablemente, ha sucedido todo lo contrarío. Según el estudio Global Internet Phenomena,realizado por Sandvine en octubre del pasado año, ha habido un repunte considerable en la descarga ilegal de contenidos, concentrándose los archivos básicamente en el servicio de BitTorrent.
Muchas productoras han visto en esta forma de acercar su contenido al público un gran negocio. Y es por eso que muchas de ellas, como Disney, optarán por retirar sus trabajos en Netflix para crear un servicio propio bajo demanda. Un error, si tenemos en cuenta que quieren desarrollar algo muy temático y para un target de público bastante concreto que no podrá optar a una variedad en comparación con otros que ofertan un amplio abanico de posibilidades.
¿Tienen futuro estos sistema de pay to watch o pay to play?¿Seguirán en auge, o quedarán en un intento fallido? Habrá que dar tiempo al tiempo para comprobar que sucede en cada uno de estos casos.