“No soy un actor que sea caballo ganador, ni que esté de moda. De pronto, un premio a la trayectoria que viene de aquella escuela del teatro independiente, ha sido toda una sorpresa”. Estas han sido las palabras del ganador del Premio Nacional de Teatro 2013, por su recorrido como hombre de teatro integral, Ramón Barea, en la presentación de su próxima obra, Montenegro (Comedias Bárbaras), que se estrenará el próximo viernes en el Teatro Valle-Inclán de Madrid.
El actor ha recibido este premio tan reconocido, “de una manera especial, ya que un premio a la trayectoria, y como la mía, que viene de una escuela tan formativa, independiente, en la que tenía que ser un habilidoso para cargar y descargar de una furgoneta un decorado, no es quizá un perfil que se corresponda al del premiado. Este año se ha cambiado el perfil, ya que tiene que ver con mucha más gente que ama al teatro, que son corredores de fondo. Y eso me ha gustado mucho”, ha mostrado con ilusión el veterano actor.
“Al igual que otros premios van con una candidatura que puedes albergar la ilusión que te toque, este no. Ha sido tan inesperado que pensaba que era una broma de Edu Soto”, decía entre risas el actor de su compañero de reparto de Montenegro.
Ramón, después de este premio, afrontará con mayor alegría su nuevo estreno, en el que se enfrenta a uno de los personajes más complejos del autor Valle-Inclán. Caballero, un sujeto atormentado por la culpa y funestos presagios de muerte, que decide embarcar hacia Flavia Longa, donde acaba de morir su esposa Doña María, interpretada por Yolanda Ulloa. Durante este viaje, se hace un recorrido retrospectivo por la trilogía de las obras de teatro Comedias Bárbaras, del provocador dramaturgo Valle-Inclán: Romance de lobos, Cara de Plata, y Águila de Blasón.
Un personaje que le ha metido “un poco de susto en el cuerpo”, ha afirmado Barea. Ésta, es la segunda oportunidad que tiene Ramón encima del escenario, de interpretar a otro personaje de Valle-Inclán. Después de meterse en la piel del conocidísimo Max Estrella en Luces de Bohemia, ahora le toca con Caballero en Montenegro. “Como actor, interpretar este personaje, es un viaje muy apasionante, porque pasas por muchos lugares, que evoluciona a saltos, en situaciones límites y diferentes, que puede llegar de la placidez hasta la locura. Acabas un poco tocado, como suele pasar en estas circunstancias donde hay tantas emociones diversas”, decía el actor.
La obra, versionada por el director del CDN, Ernesto Caballero, es «una representación que tenía que formar parte del Centro Dramático Nacional. Valle-Inclan es junto a Lorca, uno de los clásicos contemporáneos, que no puede faltar en los teatros españoles. Tenemos que cuidar nuestro patrimonio cultural”, ha comentado el director de Comedias Bárbaras refiriéndose a obras de este calibre. Caballero, ha hablado desde dos facetas, como creador, en la que siempre quiso enfrentarse a este material: “Me enfrento a un Valle simbolista, donde además del Valle descriptivo, realista, pintoresco, está la simbología que ha orientado la puesta en escena sobre todo”. Y desde la faceta de dramaturgo, su trabajo ha sido seleccionar varias escenas para la representación, en función de la vida de Don Juan Manuel Montenegro.
En lo estético, los presupuestos para llevar a cabo este montaje han sido “los que son propios de la poética, que es el actor por encima de todo, la palabra por encima de todo lo demás. Ese todo lo demás, es de lo que estoy muy satisfecho”, ha afirmado el director del CDN. Donde se han juntado grandes talentos, como José Luis Raymond, en la escenografía, Rosa García Andújar, en vestuario, en la iluminación, Valentín Álvarez, en la música, Javier Coble, y como ayudante de dirección, Víctor Velasco. “Han conseguido trabajar desde un presupuesto difícil, desde la sinestesia, es decir, un color tiene un sonido, y un sonido tiene una textura, y una textura tiene un olor, y un olor tiene una atmósfera, y esto lo han puesto al servicio de los actores, y ha funcionado perfectamente”, ha afirmado satisfecho Ernesto.
Esta obra viene con un objetivo pedagógico, de atraer a los jóvenes a ver ya no sólo una obra clásica, sino a ver teatro “en la que los grupos ya informados de lo que van a ver, constatan, y se sorprenden”, ha insistido el conductor de la representación. Ya que han utilizado elementos del famoso Tolkien y su Señor de los anillos, con personajes fantásticos como duendes, brujas…Junto a otro factor importante en la actualidad, el precio, donde las butacas más caras cuestan 6€. Y con una novedad, una representación que contará son sobretítulos, donde se podrá disfrutar de ella en inglés.
“Valle-Inclán necesita de actores de primer nivel para hacer personajes mínimos”, ha explicado el director. Actores de la altura de Ramón Barea, Fran Antón, Ester Bellver, Rebeca Mantellán, Yolanda Ulloa, David Boceta, Edu Soto, entre otros. Un Edu Soto, que interpreta a Fuso Negro, un loco negro, que ha dado el salto de la televisión a las tablas, donde le han dado la oportunidad “de meterse en un universo `tan friki´, porque los personajes de Valle, es apasionante lo que te permiten crear. Mi personaje ya me enamoró en el casting, es un loco muy cuerdo, loco que es bueno, pero es malo, es el demonio pero luego es una especie de iluminado”. Un personaje al que se enfrentará a partir del viernes 29 de noviembre en el Teatro Valle-Inclán.
