//

El museo sobre ruedas de Ramón Gómez de la Serna

Despacho Ramón Gómez de la Serna

La constante necesidad del escritor de ilustrar cada centímetro de su despacho ha hecho que su estudio se convierta en un museo

Entras al museo y percibes dos dimensiones. En un primer momento, es una simple sala de exposición con obras del artista y textos explicativos en la pared sobre su vida, pero a medida que vas rodeando el museo descubres que hay un gran espacio en medio, un despacho cerrado al público, con cristales para visualizar su interior. Mientras que realizas una visita de lo más común, puedes observar otro espacio más personal del artista que te permite acercarte a él y conocer su vida y sus pensamientos más profundos.

El despacho de Ramón Gómez de la Serna se presenta como un museo dentro de un museo que enriquece y redefine la sala. El estudio fue creado a lo largo de once años. La mayoría de sus objetos han sido adquiridos en el Rastro madrileño, aunque también son procedentes de otras ciudades europeas que visitó en su faceta de trotamundos. Además de figuras, el artista seduce a sus visitantes con imágenes recortadas de libros y revistas que cubren y tapizan paredes y mobiliario.

Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963) sobresalió por ser un personaje central de la vanguardia literaria y artística de los años veinte y treinta del siglo XX en Madrid. Perteneciente a la generación de 1914 e impulsor de las greguerías, «Ramón», como le gustaba que le llamaran, creó una habitación que según él “nació de una botella con una vela plantada en el gollete”.

Fotocollage

Para construir y reconstruir su despacho utilizó dos instrumentos: el collage y el fotomontaje. Una de las creaciones artísticas más singulares de ese tiempo fue un fotocollage cuya característica esencial era su condición portátil. Esta cualidad está asociada a la fórmula baudeleriana de la modernidad, en la que el arte es capaz de capturar cualquier experiencia transitoria y efímera de la vida.

Collage sobre la vida de Ramón Gómez de la Serna
Vida de Ramón Gómez de la Serna

El cubismo, el dadaísmo y el surrealismo son motores que impulsaban a la modernidad. Esa modernidad que constituía el leit motiv de la vida de Ramón. Este escritor se consideraba un explorador, estaba en busca y captura de nuevos modos de expresión y nuevas emociones artísticas.

Alrededor del despacho se encuentran diversas obras de Ramón: dibujos, collages e incluso una pantalla con varios vídeos explicativos de su vida; enfatizando el término un museo dentro de un museo.

Dibujos

Ramón mostraba un acentuado interés por las artes plásticas y se relacionaba con eruditos de este ámbito. Esta motivación se vio reflejada en su faceta como dibujante, menos estudiada y conocida, que le sirvió para ilustrar sus greguerías, y entreverar su prosa con sus dibujos en libros como Variaciones (1922), Ramonismo (1923) o Caprichos (1925), entre otros.

Con la pluma del escritor están hechos esos dibujos, de los cuales me siento orgulloso por lo malos que son, pues solo así no repugna a mi temperamento el amaneramiento del dibujo. Intentan hacer más expresivo y alegre lo que va escrito, y en ninguno está afondada la monotonía abrumadora de la insistencia”.

Ramón Gómez de la Serna

La falta de insistencia era el atributo que hacía especial y diferenciaba a los dibujos de Ramón del resto, ya que esta característica le confiere espontaneidad. Sus dibujos constan de un doble significado. Por un lado, se consideran costumbristas o realistas limitándose a ilustrar el texto. Por otro lado, tienen rasgos propios del lenguaje vanguardistas y se entienden como una traducción de las greguerías.

Dibujos Ramón Gómez de la Serna
Dibujos de Ramón Gómez de la Serna

El despacho y los dibujos de Ramón se mantienen cercanos a la sociedad y perduran en el tiempo. El estudio posee tal variedad de figuras e imágenes que consigue adecuarse a los gustos de cada persona, y los dibujos, cotidianos y sencillos, resultan fáciles de entender para la mayoría. Este mantiene similitudes con los despachos de otras celebridades como André Breton, pontífice del surrealismo, o con el dadaísta Kurt Schwitters.

El contenido de ese espacio forja la personalidad y la vida del escritor, a la vez que refuerza su psicología personal, dado que está repleto de sus vivencias más queridas y afianzan su propia imagen. Además, fusiona distintas disciplinas artísticas. Está compuesto por elementos relacionados con el erotismo, la muerte, lo cómico, lo vulgar, lo cotidiano… creando así, una cámara de maravillas de la modernidad.

Dirección:

Museo de Arte Contemporáneo, c/ Conde Duque nº11, 28015, Madrid

Horario:

Martes a sábados: 10-14/ 17:30-21

Domingos y festivos: 10:30-14

Exposición permanente desde el 2015 con entrada gratuita

Deja una respuesta

Your email address will not be published.