El fenómeno de ‘Parásitos’ según Carlos F. Heredero

El cineasta surcoreano Bong Joon-ho
El cineasta surcoreano Bong Joon-ho.

Pasada una semana de la última gala de los Oscar, el fenómeno histórico que ha supuesto la galardonada Parásitos continúa despertando aquí y allá juicios de toda índole; así es que proliferan sin descanso, desde hace siete días, artículos, tuits y demás publicaciones en redes sociales que insisten en escrutar, para bien o para mal, la decisión final de los académicos la noche del pasado domingo 9 de febrero.

Por una parte, son muchos los que han señalado la importancia de que los principales galardones otorgados por la Academia de Hollywood –película, director, guion original y película extranjera- hayan ido a parar, precisamente, a manos de un cineasta surcoreano; un gesto que podría dar muestra de un posible intento, por parte de los académicos, de globalizar y apelar a una mayor pluralidad en unos premios que, si de algo han pecado desde sus inicios, ha sido de un absoluto conservadurismo.

Una apertura de miras que, sin embargo, ha sido vista por otros desde un prisma bien distinto: la Academia, una vez más, ha apostado por la más burda corrección política, pretendiendo, al otorgar sus principales galardones al film de Bong Joon-ho, hacer gala de su supuesto progresismo y enarbolar, hipócritamente, la bandera de la diversidad.

Poco amigos de las especulaciones –más aún en un tiempo en que, pudiera parecer, la opinión del sabio tiene igual peso que la del profano-, en Cultura Joven nos hemos puesto en contacto –a fin de huir de tanta conjetura- con el reputado crítico e historiador del cine Carlos F. Heredero, quien publicó, en el año 2014 y de la mano de Caimán Cuadernos de Cine y de la Seminci de Valladolid, el primer –y hasta el momento único- libro en español sobre uno de los más singulares e interesantes cineastas surcoreanos contemporáneos: Bong Joon-ho: la reinvención de los géneros.

Carlos Heredero y el cineasta surcoreano Bong Joon-ho
El historiador del cine Carlos F. Heredero junto a Bong Joon-ho en la Seminci (2014).

“Sociológicamente podemos interpretar el premio de todas esas maneras; se trata, a fin de cuentas, de lecturas legítimas», cuenta Heredero. «No obstante, si nos paramos a pensar un poco, nos daremos cuenta que este año no ha habido más hispanos galardonados, ni más mujeres, sino, al contrario, menos. Visto así, esa acusación de ‘corrección política’ se desmonta un poco… Y es que el voto de la Academia del Cine es un voto democrático, con todo lo que ello tiene de incontrolable. Lo que ha pasado con Parásitos y con Bong Joon-ho, a fin de cuentas, es un fenómeno muy singular: es una película que salió disparada desde el momento en que ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes, y eso también habla de la proyección internacional y del prestigio que puede tener un premio como aquel, puramente cultural, sobre un premio tan industrial como es el Oscar”.

Heredero afirma, refiriéndose a la nueva película de Bong Joon-ho, que se trata de una pieza más dentro de una filmografía que, en su conjunto, y como sucede también en una gran parte del cine surcoreano, supone “una asimilación, una síntesis, un mestizaje entre determinadas tradiciones genéricas del cine norteamericano y algunas tradiciones del cine asiático más locales o nacionales.”

Un cineasta que es deudor directo, por un lado, de los autores del cine de la modernidad y, por otro, de las mutaciones y evoluciones propias de la cinematografía norteamericana de los años 70, y en cuya obra siempre hace acto de presencia “un cierto humor grotesco, en la frontera del esperpento, que interpone una distancia entre el espectador y lo que sucede en pantalla, colocando Bong Joon-ho su mirada como cineasta en un espejo cóncavo o convexo desde el que busca distorsionar la realidad que retrata.”

Netflix contra la industria del Cine

En otro orden de cosas, Heredero no ha querido obviar, en nuestro diálogo, una de las principales cuestiones que atañen a la situación actual de la industria del cine mundial: la reciente llegada de Netflix y el absoluto cambio de paradigma que ha supuesto ya no solo en las formas de consumo, sino en las formas de producción y distribución de las películas. Y es que el hecho de que El Irlandés se fuese de vacío el pasado domingo puede permitirnos entrever una guerra que no ha hecho más que comenzar.

«Estamos en el ojo del huracán de la sustitución de lo viejo por lo nuevo, lo cual es la historia misma de la Humanidad y, por supuesto, la historia misma del Cine. Se trata de un cambio tecnológico, industrial y cultural frente a la que las distintas instituciones están reaccionando de manera diferente: Cannes, por ejemplo, no admite a competición producciones de Netflix ni de ninguna otra plataforma streaming; Venecia, Berlín y San Sebastián, sin embargo, sí las aceptan. En el caso de Hollywood, parece que la Academia se resiste a premiar películas de Netflix, pero con el tiempo supongo que es algo que terminará por cambiar. Por el momento, debemos ser conscientes de que nos falta perspectiva para analizarlo, y que es necesario poner las luces largas y no aventurarse a especular demasiado al respecto».

Pelayo Sánchez

Escribidor busca perder el miedo a la página en blanco.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.