En una noche lluviosa un cadáver desaparece de la morgue. Se trata del cuerpo de una rica empresaria, Mayka Villaverde. Un detective, Jaime Peña, atormentado por la muerte de su mujer es el encargado de resolver el caso, su principal sospechoso será el joven marido de la fallecida, Álex Ulloa.
Entre un sinfín de tópicos: estética tenebrosa, personajes tipo como la millonaria o el detective desolado y clichés como la tormenta apocalíptica o luces que se apagan, la trama se irá desarrollando entre pistas y flashbacks que envolverán al espectador creando máxima tensión desde casi el principio. Porque aunque existan tópicos, por algo será.
Belén Rueda, José Coronado (con raya en medio y cara de mala leche) y Hugo Silva encarnan los personajes protagonistas. Un triángulo interpretativo muy apetitoso y sueño de todo cineasta emergente, como lo es Oriol Paulo.
El catalán firma la dirección y el libreto, un director novel en lo que a largometrajes se refiere pero muy experto en terrenos de guion: Los ojos de Julia o la serie El cor de la ciutat. Inspirado en películas como Memento o La huella, su objetivo era retar al espectador, y sin duda lo consigue conectando los elementos en una estructura clara y lineal ideando un Cluedo que el público querrá jugar hasta el final. Un final digno del mejor juego de detectives.
El Cuerpo, una película idónea que nada tiene que envidiar al suspense lejano a nuestras fronteras, que cierra un gran año para bastantes estrenos españoles y buenísima opción para escapar del empalagoso cine americano de esta temporada.