Directores de Goya: Manuel Martín Cuenca

Manuel Martín Cuenca y Javier Gutiérrez.
Manuel Martín Cuenca, junto a Javier Gutiérrez en el rodaje de ‘El autor’.

El cine es emoción pero también cálculo. La narrativa es una ciencia plagada de recovecos, de rincones invadidos por la penumbra, y es preciso conocerlos todos para dominarla con destreza. Manuel Martín Cuenca, a lo largo de su trayectoria como cineasta, ha demostrado ser uno de los grandes maestros españoles a la hora de contar historias. De atrapar al espectador. En El autor ha ido un paso más allá, haciendo que el hecho de narrar sea, además, el epicentro de su narración, con la adaptación de El móvil, la pequeña novela de Javier Cercas sobre el ansia de ser escritor a cualquier precio.

Martín Cuenca nació en El Ejido, Almería, en 1964. En su juventud cursó estudios de filología hispánica en Granada, para marcharse después a Madrid, donde se licenció en ciencias de la información. Su veintena la dedicó a integrarse, progresivamente, en el mundo del cine, desempañando numerosas actividades, mayormente como asistente de dirección y script de realizadores como Mariano Barroso, José Luis Cuerda o José Luis Borau. No fue hasta bien entrada la treintena cuando le llegó la oportunidad de dirigir su propio material. Desde entonces, no ha parado de hacerlo.

Después de tres cortometrajes (El día blancoHombres sin mujeresNadie (Un cuento de invierno)), se lanzó con el documental El juego de Cuba, en el que desgranó las relaciones entre Estados Unidos y el régimen castrista a través del béisbol. Por este trabajo se alzó con la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga de 2001, y sobra decir que esto le sirvió como catapulta para embarcarse en su primer largometraje de ficción: La flaqueza del bolchevique, que salió a la luz en 2003. Su adaptación de la novela de Lorenzo Silva, protagonizada por Luis Tosar, Mar Regueras y una jovencísima María Valverde, le valió a esta última ganar el Premio Goya a actriz revelación, mientras Martín Cuenca y el propio Silva recibieron también una nominación a mejor guion adaptado.

Tras La flaqueza del bolchevique, el nombre de Manuel Martín Cuenca ya resonaba con fuerza como el de un realizador llamado a grandes cosas, además de un guionista capaz de construir historias con un empaque y una solidez indudables. Su segunda película fue Malas temporadas, estrenada en 2005 y en la que contó con Javier Cámara y Nathalie Poza como protagonistas. En esta cinta colaboró por primera vez en la elaboración del guion con Alejandro Hernández, que desde entonces ha sido su fiel compañero tras los libretos. Además de ganar en San Sebastián, la película también permitió a Nathalie Poza lograr su primera nominación a un Goya que podría, por fin, llevarse a casa este mismo año por No sé decir adiós.

Un cineasta casi infalible

Tras Malas temporadas, Martín Cuenca se tomó un receso de cinco años en lo que se refiere a los largometrajes de ficción. En ese periodo dirigió la tv movie El tesoro, además del ampliamente reconocido documental Últimos testigos, en el que recoge testimonios de Santiago Carrillo y Manuel Fraga Iribarne, dos personajes clave de la transición. Tras el fallecimiento de ambos pocos años después, la película adquirió una relevancia importante como testimonio de la historia reciente de España. La cinta recibiría, además, una nominación al Goya a mejor documental.

Su regreso a la ficción se produjo en 2010 con La mitad de Óscar, un drama familiar que obtuvo un enorme éxito de crítica y que evidenció una vez más la portentosa habilidad del cineasta almeriense para construir personajes y dotarlos de arco dramático. La cinta, posiblemente debido a sus reducidas dimensiones, no obtuvo el mismo reconocimiento en lo que a galardones se refiere. En este aspecto, sin embargo, Manuel Martín Cuenca recibió toda la atención con su siguiente cinta, Caníbal, en la que alcanzó su cima como director. La película protagonizada por Antonio de la Torre, un intenso y desasosegante thriller sobre la frialdad y el arrepentimiento, recibió hasta ocho nominaciones a los Premios Goya, incluyendo la primera de Martín Cuenca como director.

Con El autor, su quinto largo de ficción, ha repetido la fórmula de su éxito. Nueve candidaturas a los Goya contemplan a la que es, sin duda, una de las cintas del año en lo que a cine español se refiere. Además, se trata de una película que reivindica a Manuel Martín Cuenca como uno de los directores fundamentales y más en forma del momento dentro de nuestras fronteras. Un cineasta que prácticamente convierte en oro todo lo que toca, y uno de los contadores de historias más voraces del ámbito nacional.

Adrián Viéitez

Periodista cultural y deportivo. Dulce y diáfano. Autor de 'Espalda con espalda' (Chiado Ed., 2017). Escribo para salvarme de mí mismo.

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