Existen dos tipos de personas: las que se atreven a ir solas al cine y las que al imaginarse sin acompañante alguno con quien poder compartir la película deciden que es mejor renunciar a la gran pantalla y esperar a poder verla, también solos, pero esta vez en la intimidad más casera. Los primeros son tipos valientes sabedores de que, en demasiadas ocasiones, más vale disfrutar de la soledad que soportar los cuchicheos a media voz en la oscuridad, las interrupciones innecesarias en forma de codazos o las quejas finales por haber sido nosotros los que elegimos la película y no nuestra frustrada pareja, que, indignada, jura ser ella quien decidirá la próxima vez. Los segundos, sin embargo, están convencidos de que si elegimos bien a la persona que nos acompaña no existirá bodrio alguno que pueda estropearnos una prometedora tarde de cine.
Y es que saber escoger al acompañante oportuno en cada momento influye, y mucho, desde el momento en el que compramos nuestra bañera de palomitas y nos sentamos en la butaca. Y tu cara no se torcerá ni se crisparán tus nervios si, al unísono, pensáis lo absurdo que resulta darse cuenta de que los actores hablan, como por arte de magia, en su lengua materna. Así, la versión original que os espera durante 110 minutos no provocará en vosotros el abandono (por el que optan otros espectadores) ni la decepción por la falta de información en las taquillas. Nada de eso sino todo lo contrario: “la película gana con el cambio sorpresa, menos mal que nos hemos equivocado”. Y los cuchicheos y las interrupciones no se producirán cuando descubrís que el argumento poco tiene que ver con la acción con la que pensabais encontraros y mucho con una pura y dura historia de amor, de esas que vives con especial emoción y tensión aun siendo consciente de su obviedad. Y no habrá codazos cuando de vaya desvelando, poco a poco, que Matt Damon, un político prometedor, se enamora por error de una chica a la que no debería querer porque no está en los planes de un grupo de individuos que controlan la vida de toda la humanidad. Pero él no dejará de intentarlo, no dejará de luchar por descubrir su Destino oculto.
Y al final, a pesar de no haber visto lo esperado, no habrá reproches sino conversaciones acerca del destino, de si todos tenemos escrita nuestra historia de antemano, de la importancia de pelear por lo que creemos a pesar de que creamos tener el mundo en contra.
Y es que una buena compañía es capaz de reconvertir nuestra percepción e, incluso, de aumentar nuestro gusto por lo que hemos visto. Y, sino siempre nos quedarán los comentarios, hastiados o no, entre las cervezas de después. Aunque, como todos sabemos, también saben mejor dependiendo de la persona a la que tengamos en frente.
Director: George Nolfi. Guión: George Nolfi. Duración: 110 minutos. País: EEUU. Género: romance/thriller. Reparto: Terence Stamp, Matt Damon, Shohreh Aghdashloo, Emily Blunt, Michael Kelly, Anthony Mackie, John Slattery.{youtube}KTcFXViHzPY{/youtube}