Periodista y escritora de novela histórica, Carolina Molina (Madrid, 1963) regresa al panorama literario con Carolus, su última obra. En sus casi 400 páginas, se entrecruzan la vida de dos burgalesas que emigran a Madrid, la marquesa de Valdivielso y su criada Dorita, y la de dos granadinos, Lorenzo de Elvira y Gil López, todo ello enmarcado con el inicio del reinado de Carlos III.
Entretenida y con un ritmo muy ágil, Molina, autora de Sueños del Albayzín y El falsificador de la alcazaba, entre otros títulos, muestra cómo era el Madrid del siglo XVIII y cómo Carlos III llegó a España para hacerse cargo de un país atrasado y sucio, muy lejos de la refinada Italia en la que había crecido.
El llamado «mejor alcalde de Madrid» planea cómo mejorar la Villa y decide que la solución es pavimentar sus calles, ordenar a los vecinos que instalen farolas en sus viviendas e intentar que se prohíba la costumbre del «agua va», que consistía en arrojar por los balcones las aguas sucias, orines y demás inmundicias.
En la novela, publicada por Ediciones B,Carlos III también se presencia la abismal diferencia que había en aquel entonces entre Madrid y las demás ciudades españolas. Mientras que la capital se está convirtiendo en una urbe ilustrada gracias a Carlos III, en Granada -localidad de los dos protagonistas masculinos- todavía siguen muy atrasados y sin poder disfrutar de los avances propios de la Ilustración.
La historia cuenta con una excelente ambientación y con un gran rigor histórico. Además de personajes ficticios, como los cuatro protagonistas, en la obra también aparecen personalidades de la época como el propio Carlos III y su esposa Amalia, la reina madre Isabel de Farnesio, el Marqués de Esquilache, Francesco Sabatini o Luisa Rosado, una de las matronas más célebres de la Ilustración española.
Idas y venidas, marquesas viudas a las que no les importa manchar su reputación, criadas que se enamoran de señores, un rey soso y aburrido al que no le gustan las fiestas y cuyo único deseo es gobernar… En la novela de Carolina Molina se alterna la vida en la corte, que desde la muerte de Amalia se ha tornado un lugar aburrido y austero, con las peripecias de la nobleza y el pueblo llano, que continúa haciendo gala de la picaresca española.
Con un lenguaje barroco, pero sencillo, la autora consigue que el lector se transporte hasta las sucias calles del Madrid del siglo XVIII, a la vez que logra que se adentre en el Palacio Real, que en aquellos momentos acababa de ser construido y que fue estrenado por Carlos III. A través del lenguaje, todos los estamentos de la sociedad española se ven reflejados en sus páginas, desde la nobleza y el clero hasta los más sencillos artesanos, campesinos y pícaros.
Tratando un periodo crucial en la historia de España, pues rompe con toda la tradición antigua para modernizar un país atrasado, Carolus se convierte en una lectura adictiva, ligera y recomendable para los más aficionados a la novela histórica que, además, mezcla enredos y malentendidos con elementos románticos, cómicos y aventureros.