Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, fue la más premiada de la noche. Se llevó cuatro medallas CEC: mejor director, mejor actor principal (Antonio de la Torre), mejor fotografía (Pau Esteve Birba) y mejor guión adaptado (Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca).
La medalla CEC a la mejor película fue para Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, quien además fue galardonado con la medalla al mejor guión original. Natalia de Molina se llevó por su papel en esta película la medalla CEC a mejor actriz revelación.
El Círculo de Escritores Cinematográficos premió también con tres medallas a la película Stockholm. Rodrigo Sorogoyen recogió la medalla a mejor director revelación, Aura Garrido se llevó la medalla a mejor actriz y Javier Pereira la de mejor actor revelación.
Las medallas de mejor actor y actriz secundario fueron para Carlos Bardem por Alacrán enamorado y Terele Pávez por Las brujas de Zugarramurdi, respectivamente.
Grand Piano recibió dos medallas por su montaje (José Luis Romeu) y música (Víctor Reyes), y la medalla a mejor película extranjera fue para la estadounidense Gravity, de Alfonso Cuarón.
En la categoría de largometraje documental, la medalla fue para Guadalquivir, de Joaquín Gutiérrez Acha, y el largometraje de animación premiado por el Círculo fue Justin y la Espada del Valor, de Manuel Sicilia.
El Círculo de Escritores Cinematográficos ha galardonado al historiador y crítico de cine Carlos F. Heredero, director de la revista especializada Caimán Cuadernos de Cine, por su labor literaria y periodística, y a Enrique González Macho, Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España desde 2011, por su labor de promoción del cine. Este año, el CEC ha querido galardonar con la medalla de honor a la cantante y actriz Ana Belén, la que muy emocionada recordó a los maestros que ha tenido a lo largo de su trayectoria profesional, entre los que mencionó a Miguel Narros.
Artículo realizado por Ángela Ruiz, María Páez y Paula Álvarez