Abrimos el alma a la luz de Tony Bernetti

Foto del actor Tony Bernetti

Sonriente y confiado, Tony Bernetti aparece con una sonrisa que ilumina la plaza de Callao, explicando sin quererlo cómo ha conquistado los corazones de Sheila en Hair, de Sandy Olson en Grease, y de María en West Side Story. Entrevistamos al artista canario, inmerso en la representación del musical Hair, (del que ya hemos cuenta desde FanZineRadar) donde interpreta a uno de sus protagonistas, Berger.

 

En tu carrera has trabajado en teatro, televisión, como cantante, bailarín, como presentador… ¿Con qué te quedas?

Con la música, sin duda, la música es lo que más me llena de todo. Para mí, el cantar es de las artes escénicas que más transmiten de todas. Evidentemente, con la danza lo puedes hacer también, y con la interpretación ya, ni te cuento, pero para mí, la más satisfactoria es la música.

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en un musical?

Lo que más me gusta es precisamente eso, como tengo tanta pasión por la música, es una manera de poder matar el gusanillo, de poder cantar cada día, y si lo puedes combinar con el resto de las artes escénicas, mucho mejor, está claro. 

¿Y lo que menos?

No creo que haya un “lo que menos”. Todo me gusta en diferentes dosis.

En Hair interactúas mucho con el público. ¿Qué tal la experiencia?

Muy buena;  pero tienes que ser muy observador primero. Yo cuando estoy arriba, haciendo el pequeño monólogo antes de bajar al público, ya estoy tanteando más o menos quién está receptivo  y quién no. Los ojos son muy delatores en ese caso. Tienes que tener la picardía de saber a quién estás divirtiendo lo suficiente como para poder subirte encima de la persona, porque hay gente que realmente está muy cerrada, y hay personas que no están hechas para vivir el espectáculo desde dentro, sino más bien para ser espectadores. Tienes que ser muy observador y saber a quién le vas a hacer la broma y si va a consentirlo o no.

¿Alguna anécdota que recuerdes?

Me ha pasado que me he subido encima de alguien y la persona casi ha aprovechado la situación. La última se llamaba Marujita Díaz. La vi en el público el día del estreno; yo estaba dentro del personaje, la agarré y ella estaba tan receptiva que prácticamente me robó la escena, se quedó con todo el protagonismo.

¿En qué te identificas con Berger, tu personaje en el musical?

Seguramente hay más cosas con las que no me identifico que con las que sí. Pero me identifico con la libertad y las ganas de amar, de que todo el mundo viva una vida feliz, esos sentimientos  no pasan de moda nunca. Yo creo que ésa es la esencia del espectáculo. Con él no me identifico, por ejemplo, en que yo no creo que sea necesario tomar ningún estupefaciente para sentir cosas, sino que tú mismo puedes llegar a eso con actos que hagas en tu vida. Y me identifico sobretodo en la espontaneidad. Yo creo que es necesario hablar con las personas directamente y decir lo que piensas, dentro del respeto que merecen, porque a día de hoy, en los  tiempos que vivimos (y bueno en los tiempos que vive Berger, imagínate) creo que es necesario hablar de verdad y ser honesto, tanto contigo mismo como con los demás.

Si hubieras nacido en los años ’60, ¿hubieras sido un melenudo?

Sí, sí, claro, seguro, segurísimo. Dalo por hecho.

¿El mundo se ve de colores más brillantes debajo de la peluca?

A mí la peluca me parece un soberano coñazo de 45 minutos previos a la función, cuando llegas al teatro. Yo ya he aprendido a ponerme una parte sólo y lo único que hacen es retocarme, facilito un poquito el trabajo, porque somos 30 personas, muchos llevan pelucas, y hay gente que tarda incluso más que yo.

¿Qué valor destacarías de Hair?

Creo que Hair no pasará nunca de moda porque los sentimientos de libertad, de amor, de querer vivir, de respeto hacia la vida, nunca pasan de moda. Hair puede trasladarse en la historia. Imagina, ellos estuvieron en un conflicto bélico, tenían que ir a la guerra quisieran o no. Aquí mismo, en nuestro país, cuando todo el mundo estaba en contra de la guerra, fuimos, de alguna manera. Yo no fui, personalmente, pero sentí que de alguna manera me estaban incitando a que fuera. Con lo cual, creo que es necesario a veces manifestarse en contra de esas cosas, creo que Hair sigue vivo a pesar del paso del tiempo.

¿Qué crees que diferencia a la juventud que refleja el musical de la de hoy en día? ¿Piensas que es la misma reacción el rebelarse contra la guerra de Vietnam  y  por ejemplo el movimiento 15M?

Creo que el sentimiento de ira hacia algo que no nos conviene o que no queremos es el mismo. Evidentemente esto es una guerra, está en juego la vida personas que no tienen nada que ver con un conflicto bélico ni quieren tenerlo, es muy grave. Pero aquí, en este caso, creo que es la reivindicación, en realidad, el espíritu éste, las ganas de ser escuchados y de que se respete lo que estamos pidiendo; yo creo que ésa es la similitud.

¿Cómo convencerías a los indecisos de que han de ir a ver Hair  en una frase?

¿En una frase? Eso es un aprieto… Creo que es la única forma, en este caso de sentarte en el teatro, y poder reivindicar a través de la boca de otros.

Recomiéndanos una obra que hayas visto últimamente.

De lo que he visto aquí en teatro, lo que más me ha impresionado ha sido Los miserables. Si no has visto Los miserables, de verdad, tienes que verlo.

¿En qué podremos verte después de Hair?

Me podréis ver en Don Juan Tenorio, que empieza en 2012, aún no está concretada la fecha, pero dentro de más o menos unos cinco meses yo estaré de ensayos, y posteriormente estaré en el Coliseum.

¿En qué proyecto te gustaría estar involucrado?

 Ahora mismo me encantaría hacer de Stanley Kowalski. [El protagonista de Un tranvía llamado deseo] Sería el papel de mi vida. Si pudiera hacerlo, aunque fuera tres veces, o dos veces, o aunque fuese, por lo menos que me cogieran en el casting y luego me dijeran “no, ya no te queremos”  (Risas) Pero sentir que me valoran para él, sí que me gustaría. Pero realmente, yo creo que terminaré algún día más metido en la música. Esto creo que va a ser una etapa de mi vida, muy divertida, pero no creo que quiera ser actor siempre. Por lo menos, durante una época, sé que lo voy a apartar para dedicarme a otras cosas que también me hacen feliz. 

 

HAIR, el musical, estará en cartel en el Teatro Arteria Coliseum hasta el 11 de Diciembre. El CD con las canciones originales puede adquirirse en el mismo teatro. 

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