Separarse para seguir juntos en ‘Erich Blanch’, el último álbum de Arnau Griso

Arnau Griso de despide con su último álbum, 'Erich Blanch'

El dúo catalán se despide de los escenarios con un disco que desprende “buenrollismo” en cada una de sus 13 canciones

Por primera vez, en verano de 2014, dos amigos con una guitarra y Barcelona de fondo nos advertían al son de una melodía que espabiláramos y sonriéramos, porque Es gratis. Sin ellos saberlo estaban cantando lo que a día de hoy es el himno (ya puede llamarse así) de Arnau Griso. Una canción que los ha llevado a pisar numerosos escenarios y siempre con ese “regala buenrollismo” como bandera.

Siete años después, y de nuevo con la ciudad que los ha visto crecer a sus pies (aunque son de Sant Cugat del Vallés, un pueblo cercano a Barcelona), dan punto y final a su trayectoria musical con Erich Blanch, su último álbum y el nombre del single final de despedida. Porque Arnau no es Griso, se apellida Arnau Blanch, y es que es Erich quien se apoda Griso. Una fantástica combinación entre nombre y apellidos que aún ahora, causa confusión más de una vez, pero que para quienes lo saben tiene su gracia. Es por ello que, ¿qué mejor manera de titular su último disco? Un homenaje de ambos que puede llegar a parecer hasta tierno, pero tampoco mucho, ya que estamos hablando de un dúo catalán al que las sensiblerías no les acompañan.

“Todo empezó como una broma en un parking con Techno y copas. Que si cantas o que si tocas. Hablábamos el mismo idioma”, revela el grupo en Erich Blanch. El álbum cuenta con trece canciones cargadas de letras con las que uno, mayoritariamente joven, se puede sentir perfectamente identificado. Nos descubren cómo sería dejar atrás todas nuestras responsabilidades en Superhéroe en paro. Reinventan la famosísima canción del Cumpleaños feliz en Regálate para que todos aquellos que la cantamos no tengamos que pasar por el mal trago de intentar llegar a esa octava alta final. Esta vez sí, se permiten el lujo de brindarnos una canción más sensible con Carta al hijo que aún no tengo, que como su nombre indica es un compromiso público a dejar una buena herencia a las generaciones futuras.

Tras siete años de recorrido, el disco cuenta con dos hechos extraordinarios que hasta el momento no se habían producido: En Tu no volies res, de una vez por todas, cantan en catalán, lengua en la que hablan, para contarnos como es tratar de esquivar educadamente a los trabajadores de ONGs en plena Plaza Cataluña. Y en Mambo, por fin, quien da voz a toda la melodía es Erich Blanch, donde nos demuestra que nadie debe decidir por otro. Algo que parece muy sencillo, pero que es necesario recordar.

Nos cantan sobre el egocentrismo en Yo y nos presentan a Mi otro yo: según ellos, ese alter ego que nace en mucha gente tras haber bebido de más y que a la mañana siguiente le hace a uno ir pidiendo perdón, como si de un niño pequeño se tratara. También añaden Don Micilio, uno de sus pegadizos singles dedicado a los repartidores y que publicaron meses atrás. Una canción que se hizo popular, gracias su ingeniosa promoción previa, en la que hicieron creer a sus seguidores que habían montado un servicio de comida a domicilio. Para ser perdonados por ese pequeño engaño y despedirse de sus fans, el dúo catalán empieza en febrero de 2022 una gira que los va a llevar a recorrer distintos escenarios de alrededor del país.

Del uno al diez, Pocho, Nada que añadir y Quiero, Quiero y Quiero también forman parte del álbum, que, aunque sea de despedida, es de cariz festivo. Es en la melodía final de Erich Blanch, donde la letra nos recuerda que a pesar de querer más y más y más, hay que poner punto y final. Que para ellos este adiós significa “separarnos para seguir juntos”.

Mariona Tijeras

En proyecto de periodista cultural y graduada en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Amante del cine, si puede ser en la gran pantalla, y de la música, mucho mejor si es a través de unos cascos.

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