La isla canaria no solo ofrece hermosas playas y zonas volcánicas, sino también una riqueza cultural que vale la pena explorar
En medio de la inmensidad del océano Atlántico se encuentra la cautivadora isla de Lanzarote, joya de la corona del archipiélago canario. Conocida por sus impresionantes paisajes volcánicos, Lanzarote atesora una mezcla única de maravillas naturales y riqueza cultural que atrae a viajeros de múltiples lugares.
En el corazón del encanto de Lanzarote se encuentra su dramática historia geológica. Formada por antiguas erupciones volcánicas, la escarpada orografía de la isla ofrece un panorama surrealista de cráteres, campos de lava y conos volcánicos. La belleza sobrenatural del Parque Nacional de Timanfaya es un testimonio de la fuerza bruta de la naturaleza, donde los paisajes lunares cautivan la imaginación de los visitantes.
Sin embargo, en medio de la belleza austera del panorama volcánico, Lanzarote alberga focos de vida vibrante. Desde los fértiles viñedos de La Geria, donde la uva prospera en suelo volcánico, hasta los exuberantes palmerales de Haría, donde verdes oasis salpican el árido paisaje, la isla rebosa de biodiversidad a la espera de ser explorada.
Cuando el sol se pone en el horizonte, proyectando tonos ámbar y dorados, uno no puede evitar sentirse cautivado por el encanto intemporal de Lanzarote. Ya sea explorando sus maravillas naturales, sumergiéndose en su rico patrimonio cultural o, simplemente, disfrutando de la tranquilidad de sus costas, esta encantadora isla nunca deja indiferente a quienes se aventuran a recorrerla.
Más allá de sus asombros naturales, Lanzarote posee un rico tapiz cultural moldeado por siglos de historia. El legado de la cultura indígena guanche se mezcla con las influencias españolas, evidentes en los pueblos encalados, las fortalezas históricas y las encantadoras ciudades costeras que salpican el litoral de la isla.
Asimismo, Lanzarote se ha convertido en un paraíso para artistas y creadores, atraídos por sus paisajes etéreos y su ambiente tranquilo. Las obras del renombrado artista César Manrique, que integró a la perfección el arte con la naturaleza, adornan la isla, dejando una huella indeleble en su identidad cultural.
Este artículo propone tres planes culturales que no hay que perderse en la isla:
A Casa José Saramago
La casa del escritor portugués José Saramago (1922-2010) en Lanzarote, conocida como Casa José Saramago, se encuentra en el pueblo de Tías, donde vivió durante casi 20 años. Se trasladó en 1993 y residió ahí hasta su fallecimiento en junio de 2010. Durante esos años, Saramago encontró en Lanzarote un refugio tranquilo y una fuente de inspiración para su trabajo literario. Su conexión con la isla y su gente dejó una marca indeleble en su vida y en sus libros. La mitad de su obra está escrita ahí y sus diarios en dos volúmenes –Cuadernos de Lanzarote– son una auténtica maravilla.
“El placer profundo, inefable, que es andar por estos campos desiertos y barridos por el viento, subir un repecho difícil y mirar desde allí arriba el paisaje negro, desértico, desnudarse de la camisa para sentir directamente en la piel la agitación furiosa del aire, y después comprender que no se puede hacer nada más, las hierbas secas, a ras de suelo, estremecen, las nubes rozan por un instante las cumbres de los montes y se apartan en dirección al mar y el espíritu entra en una especie de trance, crece, se dilata, va a estallar de felicidad. ¿Qué más resta, sino llorar?”
Cuadernos de Lanzarote
La casa es sencilla y tradicional, muy humilde, típica de la arquitectura de la zona, con jardín y vistas al mar. No se trata solamente de su residencia, sino también es un centro cultural y un homenaje al legado del autor. Se ha conservado como museo y lugar de peregrinación literaria. Los visitantes pueden explorar la casa y sus alrededores, conocer la vida de Saramago, su obra y su profunda conexión con Lanzarote.
Dentro de la casa, se pueden ver las pertenencias personales del escritor portugués, incluidos muebles, libros y otros recuerdos. También hay una biblioteca que contiene una amplia colección de obras de Saramago, así como libros sobre él y sus contribuciones literarias.
La Casa José Saramago es un testimonio del impacto perdurable que el escritor tuvo en la comunidad literaria de Lanzarote y más allá. Ofrece una oportunidad única para que los entusiastas de la literatura experimenten el legado de Saramago en el lugar donde encontró inspiración y consuelo.
Fundación-Casa Manrique. Casa del volcán
Tras volver de Nueva York, el artista César Manrique empezó la construcción de su casa. En la Fundación, que lleva su nombre, se encuentra la antigua casa y estudio del pintor y esucltor, situada en el paisaje volcánico de Tahíche. Este lugar, conocido como Taro de Tahíche, era originalmente un conjunto de burbujas volcánicas formadas por antiguas coladas de lava. Manrique las transformó en un espacio vital único que se integra perfectamente en el entorno. Aquí, naturaleza y vivienda se unen para forman una obra total.
En la actualidad, la Fundación-Casa César Manrique funciona como museo y centro cultural dedicado a preservar el legado del célebre artista y promover su visión de armonizar el arte con la naturaleza. Los visitantes pueden explorar las distintas estancias de su antigua casa, adornadas con sus obras de arte, objetos personales y elementos de diseño innovadores.
«Mi casa no está decorada, está pensada en función de la vida, la luz y la belleza. Hay una armonía de espacios y de formas y, sobre todo, un concepto muy funcional con respecto al hombre, al confort y a la alegría. Mi casa tiene una enorme alegría y una luz espléndida».
César Manrique, 1988
La fundación también cuenta con hermosos jardines y espacios al aire libre, diseñados por el propio Manrique, donde se puede apreciar la belleza natural del paraje volcánico de Lanzarote. Además, la fundación acoge exposiciones rotativas, eventos culturales y programas educativos que celebran las contribuciones de Manrique a las artes y a la conservación del medio ambiente.
Auditorio de los Jameos del Agua
El Auditorio de los Jameos del Agua es una maravilla arquitectónica situada dentro de los Jameos del Agua, una de las atracciones más famosas de Lanzarote, diseñada por el ya mencionado visionario artista César Manrique.
Los Jameos del Agua consiste en una serie de tubos de lava y cuevas formadas por la erupción del volcán de la Corona. Manrique transformó parte de esta formación natural en un impresionante complejo cultural y recreativo. Dentro de ese espacio destaca el auditorio que está situado dentro de una cueva volcánica natural, creando un lugar único e impresionante para eventos culturales y actuaciones. Su diseño incorpora las características naturales de la cueva, como las paredes de roca volcánica y el lago subterráneo, en la arquitectura, lo que resulta en un entorno impresionante que combina el arte y la naturaleza a la perfección.
El Auditorio de los Jameos del Agua acoge una gran variedad de eventos, como conciertos, recitales y representaciones teatrales, lo que lo convierte en un vibrante centro cultural de la isla, con una capacidad para 500 espectadores. Su acústica, combinada con la belleza natural del entorno, crea una experiencia inolvidable tanto para los artistas como para el público. Es el principal escenario del Festival de Música Visual de Lanzarote y gracias a sus características geológicas este lugar es verdaderamente único en el mundo.
Es evidente que la isla canaria era la preferida de artistas y escritores que encontraron su lugar en el mundo entre la masa volcánica y el mar, entre los cactus y las palmeras, entre el sol y las nubes bajas, siempre en movimiento del viento.