Perseguido y criticado por las autoridades, Flaubert jamás pudo disfrutar en vida de la consideración que ganaría tiempo después. Fue a partir de su muerte, en 1880, cuando al autor francés se le empezó a otorgar la categoría de la que hoy, en su bicentenario, sigue gozando. Impulsor de la novela moderna gracias a su Madame Bovary, Gustave Flaubert, nacido el 12 de diciembre de 1821, es considerado como uno de los grandes autores del siglo XIX y de la literatura universal.
El francés siempre estuvo obsesionado con el estilo, con el realismo y la estética de sus obras. Anhelaba le mot juste. La palabra exacta. La búsqueda de la perfección en cada palabra, cada frase, cada idea. A caballo entre la generación romántica, la naturalista y la línea más realista de Balzac y Stendhal, Flaubert destacó por su intenso análisis de la condición y las cuestiones humanas.
Con motivo de la celebración del segundo centenario de su nacimiento, desde Cultura Joven os invitamos a conocer cinco obras imprescindibles del prolífico autor francés
La tentación de San Antonio
Publicada en 1874, aunque ya se habían editado otras dos versiones en 1849 y 1856, La tentación de San Antonio es una de las obras más personales e íntimas del autor. En ella, Flaubert reúne algunas de las preocupaciones que han perseguido al ser humano a lo largo de la historia y las personifica en su protagonista, San Antonio.
Se trata de un poema filosófico escrito en prosa en el que San Antonio plasma la duda en uno mismo y en sus creencias. El protagonista es un hombre que vive en un mundo interpretado como el infierno, en un estilo parecido a la Divina Comedia de Dante. En este infierno, San Antonio es expuesto a las tentaciones a través de distintos personajes: Lujuria y Muerte, Hilarión (Lucifer), la Reina de Saba…
Memorias de un loco
Cuando apenas tenía 17 años, Flaubert escribió una de sus obras más autobiográficas, Memorias de un loco (1838). En esta novela, el autor francés cuenta la vida de un joven artista, impulsivo, rebelde y ardiente. El protagonista plasma la fuerza de la juventud y su desapego y crítica a la realidad, creando un mundo imaginario en el que lucha por las cosas buenas de la vida.
La educación sentimental
La última novela de Flaubert publicada en vida, en 1869, es sin duda una fuente de información de la sociedad francesa en la época de las revoluciones liberales. Alabada por escritores como Henry James o Émile Zola, la trama gira en torno a la vida de Frédéric Moreau, en el contexto de la Revolución de 1848 y el inicio del Segundo Imperio francés.
La educación sentimental plasma, además, experiencias vitales del propio Flaubert. Por ejemplo, la pasión y el amor del protagonista por el personaje de Madame Arnaux es la misma adoración que profesaba su autor por Elisa Foucault.
Considerada por algunos como la obra realista más influyente del siglo XIX, La educación sentimental es, en palabras del propio autor, «la historia moral o más exactamente sentimental» de los hombres de su generación.
Madame Bovary
La más conocida de las obras de Flaubert, Madame Bovary, compone uno de los puntos de referencia del realismo y una de las novelas más importantes de la literatura universal. Publicada por entregas entre 1856 y 1857 en La Revue de Paris, Madame Bovary es un claro retrato de la sociedad francesa del siglo XIX y una crítica a los ideales burgueses de la época.
En esta novela, Flaubert narra la vida de Emma, una mujer ilusionada por las novelas románticas que se casa con Charles Bovary, un joven médico que rápidamente se enamora de ella. Abstraída por las idealizaciones de la literatura romántica, Emma pronto se desanima por la vida que lleva con su marido y comienza a coleccionar amantes y aventuras.
Inspirada en la vida real de Delphine Delamore, Emma es el símbolo del inconformismo con la vida cotidiana y de la búsqueda de un ideal. De hecho, el término bovarismo es utilizado en el ámbito médico para referirse a una patología psicológica que consiste en la insatisfacción crónica de una persona.
Tres cuentos
Un corazón sencillo, La leyenda de San Julián el hospitalario y Herodías. Flaubert escribió esta serie de relatos entre 1875 y 1877 en un contexto en el que el autor pasaba por dificultades personales. Aunque son muy dispares en general, los tres comparten una temática común: la muerte.
El primero, Un corazón sencillo, está ambientado en la época moderna. Relacionado con su gran obra, Madame Bovary, la trama cuenta la historia de Felicidad, una sirvienta en la Normandía del siglo XIX.
La leyenda de San Julián el hospitalario también se asocia a otra obra de Flaubert, Las tentaciones de San Antonio. Contextualizada en la época medieval, Herodías narra las aventuras de San Julián, un cazador obsesionado con la muerte.
Por último, en Herodías Flaubert se traslada al mundo antiguo. En este relato, el autor francés acerca al lector al personaje bíblico de Salomé y la muerte es vista de una manera fría y cruel.