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10 discos con los que celebrar el Black History Month

jazz

En febrero se celebra el mes de la historia afroamericana (o Black History Month, en su vertiente angloparlante) y una parte importante de esa historia tiene que ver con el desarrollo de la música contemporánea. Empezando con el blues, el rock n’ roll y el jazz y siguiendo con el R&B, el funk y el hip hop, hoy hacemos una lista cronológica de diez discos con los que repasar y celebrar la historia de la música afroamericana para rememorar la importancia de esta comunidad en la cultura moderna.

Nina Simone – Pastel Blues (1965)

Nina Simone - Pastel Blues
Portada del disco Pastel Blues

Antes de que llegasen The Beatles y cambiasen completamente el mundo de la música occidental, el canon durante los años 50 y principios de los 60 se centraba en el jazz, el blues y el rock n’ roll. Una de las artistas más prolíferas de esta etapa es Nina Simone y, posiblemente, su mejor disco sea el que sacó en 1965, Pastel Blues. Llevando hasta el límite el escaso número de influencias musicales de la época, Simone consiguió un disco ecléctico e increíblemente emocional. El cover del tema clásico de Billie Holiday, Strange Fruit, y la larga y épica canción que cierra el disco, Sinnerman, elevan este álbum a la categoría de clásico indiscutible.

Pharoah Sanders – Karma (1969)

Pharoah Sanders - Karma
Portada del disco Karma

El jazz tuvo su época dorada hasta finales de los 60. Grandes discos salieron de parte de muchos de los intérpretes más sonados del género: Miles Davis, John Coltrane, Charles Mingus… Sin embargo, uno de los mejores artistas y del que no se habla tanto es Pharoah Sanders, quien, además, nos dejó hace unos meses. En Karma, Sanders explora un jazz cálido, con texturas agradables y melosas que ayudan a recrear una atmósfera hipnótica. Un disco único que invita a la meditación y catarsis.

Funkadelic – Maggot Brain (1971)

Funkadelic - Maggot Brain
Portada del disco Maggot Brain

Ha habido pocos artistas tan icónicos e influyentes en la música actual como George Clinton y su colectivo Parliament-Funkadelic. Bajo ambos nombres han publicado gran número de álbumes, tocando diversidad de géneros. Posiblemente, el mejor de todos sea el que publicaron en 1971 bajo el segundo nombre. Maggot Brain fusiona funk, rock y soul para crear una experiencia atronadora y ominosa. Su carácter apocalíptico se pone de manifiesto en el primer tema, que da nombre al disco. En él, el guitarrista Eddie Hazel toca un larguísimo solo de guitarra que trata de emular una sensación de vacío y tristeza sin igual.

Sly & the Family Stone – There’s a Riot Goin’ On (1971)

Portada del disco There’s a Riot Goin’ On

Junto al colectivo Parliament-Funkadelic, el otro grupo que más ayudó a definir el sonido de un género y que ha sido terriblemente influyente fue Sly & the Family Stone. En su obra maestra lanzada el mismo año que Maggot Brain exploran la cultura hippie y stoner, con letras cargadas de protesta social y política disfrazadas de apatía y conformismo. El sonido de los sintetizadores es inmortal, al punto de ser utilizado por artistas aún a día de hoy como hizo Childish Gambino en su genial “Awaken, My Love!” (2016). Como dato curioso, el título del álbum es una respuesta directa al What’s Going On de Marvin Gaye, lanzado el mismo año.

Fela Kuti – Expensive Shit (1975)

Fela Kuti - Expensive Shit
Portada del disco Expensive Shit

Nos salimos del mundo afroamericano para entrar de lleno en el continente primigenio. Aunque la música africana desafía mucho d lo que las audiencias occidentales están acostumbradas a escuchar, la realidad es que Fela Kuti ha sido una grandísima influencia entre artistas de renombre como los Talking Heads o D’Angelo (del que, spoiler, hablaremos más adelante). El músico nigeriano mezclaba jazz y funk con ritmos tribales y es en Expensive Shit donde más brilla. Con tan solo 22 minutos de duración y compuesto por solamente dos canciones, este disco está cargado de letras políticas y de protesta, en las que reflexiona acerca de la tiranía de los gobiernos de África o de la falta de recursos en el continente.

Prince – Purple Rain (1984)

Prince - Purple Rain
Portada del disco Purple Rain

¿Quién dijo que un músico negro no podía ser una grande estrella de pop? Ahora suena disparatado; tenemos grandes referentes como Beyoncé o Kanye West, pero en los 80 la música negra había quedado en un segundo plano. Prince era la excepción: no solo fue uno de los músicos más destacados en una década donde los artistas negros habían perdido representación, sino que además lanzó sus mejores discos en dicha etapa. De todos ellos destaca su álbum clásico Purple Rain, con temas aclamados como Let’s Go Crazy, When Doves Cry, I Would Die 4 U o la homónima y espectacular Purple Rain.

A Tribe Called Quest – The Low End Theory (1991)

A Tribe Called Quest - The Low End Theory
Portada del disco The Low End Theory

A principios de los 90 el hip hop ya estaba establecido como género y aunque le faltarían todavía un par de décadas para convertirse en género dominante, la realidad es que fue en esta época cuando empezaron a salir las primeras obras maestras del estilo. Una de ellas es el segundo álbum de estudio de A Tribe Called Quest. En él mezclan el rapeo y ritmos del hip hop con la instrumentación de jazz, en un tono más minimalista y oscuro. Una cosa que diferenció el jazz rap de este disco de otros que le sucedieron fue el sonido tan orgánico que se consiguió en este álbum, que se convirtió en herencia directa de otros artistas y grupos como The Roots.

Nas – Illmatic (1994)

Nas - Illmatic
Portada del disco Illmatic

Sin embargo, tres años después del lanzamiento de The Low End Theory llegaría Illmatic de Nas, aclamado generalmente como el mejor disco de hip hop de la historia. Y escuchándolo es fácil entender el porqué. Con una intro y nueve canciones (40 minutos de duración frente a los álbumes de quince temas y con más de una hora de tiempo) Illmatic se presentó como un disco increíblemente directo y conciso, con muchas cosas que contar. Desde la fragilidad de la vida en grandes urbes como Nueva York hasta el nihilismo inherente al estilo de vida urbano y del mundo del crimen, Illmatic se siente como un puñetazo directo al cráneo que el propio Nas por más que lo ha intentado ha sido incapaz de siquiera acercarse a replicar.

D’Angelo – Voodoo (2000)

D'Angelo - Voodoo
Portada del disco Voodoo

El R&B tuvo un parón general desde finales de los 70s hasta finales de los 90s. Esta última etapa coincidió con un revival del soul setentero al que se le incluyeron influencias del hip hop y del funk: a este nuevo género se le llamó neo-soul. Los primeros artistas en tener éxito fueron precisamente los precursores Maxwell y D’Angelo. De este último su álbum Voodoo es posiblemente el más significativo. Cogió el sonido de su anterior disco, Brown Sugar, y lo elevó a la enésima potencia: las influencias del hip hop se hicieron más evidentes, lo mismo para el funk y la psicodelia, que se unieron en un maremágnum de una sensualidad suprema. Aunque este disco fue un éxito comercial aclamado por los críticos pasarían catorce años hasta que D’Angelo sacase su siguiente trabajo.

Kendrick Lamar – To Pimp a Butterfly (2015)

Portada del disco To Pimp a Butterfly

Y para terminar, dejamos la obra maestra del músico que ha ganado el Grammy a mejor álbum de rap de este año, Kendrick Lamar. Un disco interesantísimo y colosal que ahonda en la historia de la música negra, sirviendo así como un cierre a esta lista de recomendaciones. Desde jazz hasta funk, pasando por el ya mencionado neo-soul o incluso el sonido más rockero de artistas como los Isley Brothers; en sus dieciséis temas se exploran con profundidad, a la vez que se tratan temas de actualidad política y social. To Pimp a Butterfly es la última obra maestra del hip hop y se corona como uno de los mejores álbumes de la historia.

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