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‘Locas’: la delgada línea entre la cordura y la demencia

Locas cumple seis temporadas sobre las tablas de diferentes países y, tras haber vuelto a Madrid durante todo el mes de abril, culmina su paso por el Teatro Arlequín el próximo jueves 28 de abril.

Escrita y dirigida por José Pascual Abellán, e interpretada por Ana Casas y Maribel Jara, Locas es un drama con tintes cómicos que versa sobre el encuentro entre dos mujeres en la consulta del psiquiatra.

Marta (Maribel Jara) tiene asumido por entero su trastorno, y no escatima en detalles a la hora de compartir con Jennifer (Ana Casas) lo deprimente que resulta su vida, y cómo lucha por mantenerse a flote y sobrellevar su demencia. La segunda, por su parte, niega su condición de paciente y finge hallarse en la consulta por otras circunstancias; se muestra en todo momento condescendiente con Marta y ajena a todo cuanto esta le cuenta, escudándose en su imagen de empresaria triunfadora que goza de pleno control sobre su vida.

 

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Cartel de ‘Locas’

 

Los efectos sonoros, a cargo de José Francisco Giménez, juegan un papel fundamental en la puesta en escena desde el primer momento de la obra, en el que ambas actrices logran crear un ambiente sórdido, recitando algunos de los acontecimientos históricos más escalofriantes que han tenido lugar en el campo de la psiquiatría.

Después, y tras un cambio de ritmo drástico, comienza la representación en clave más desenfadada, pero el espectador ya se ha metido de lleno en una realidad escabrosa bajo un prisma más cercano y reflexivo.

Destaca especialmente la impecable actuación de Maribel Jara, quien consigue transmitir en cada frase la angustia existencial de quien se sabe enajenado de por vida y sin remedio.

La interpretación de Ana Casas no es desdeñable, pero quizás la menor riqueza de su personaje sea una rémora para conseguir cautivar al espectador.

En cualquier caso, esta pareja artística posee una conexión que es capaz de proyectar en el público la unión que puede establecerse entre desconocidos cuando ambos se muestran al desnudo, despojándose de la apariencia establecida socialmente como normal.

Al final, los espectadores abandonan la sala habiendo interiorizado que la locura no es simplemente una patología a la que está ajena la mayoría, sino que la imagen ficticia en la que nos escudamos puede generar una crisis de identidad, fruto de la falta de aceptación personal, y que no se puede luchar toda la vida contra uno mismo.

Locas

Teatro Arlequín.

Hasta el 28 de abril.

 

 

 

 

 

 

Raquel Castejón Martínez

"La objetividad del periodista no existe. Más bien éste debe tender a una subjetividad desinteresada. Corresponde al lector establecer la distinción."
(Beuve-Méry)

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