Wild nothing: Paradise

El clip, grabado en su totalidad con cámaras digitales Harinezumi que le dan un toque setentero, está dirigido por Matthew Amato y protagonizado por la actriz estadounidense Michelle Williams (Brokeback Mountain, My Weet with Marylin…).

El video empieza con una chica joven,  llevando unas oscuras gafas de sol y un pelo corto oxigenado. El escenario, un aeropuerto de Los Ángeles en deshoras. Salas de espera, pasilllos desiertos e incertidumbre se reflejan mediante una secuencia fulminante de imágenes hasta que la chica entra en el avión. Es en este detalle cuando el vídeo toma un relieve más místico. La pulcra rubia se sienta pensativa entre las nubes dejándose llevar por la música que escucha.

De este modo, mediante una larga sucesión de retrospectivas, mezclando fantasía con realidad la protagonista entra en una especie de sueño paradisíaco donde todo tiene que ser amado. Empieza a conjugar el verbo amar en latín y termina recitando un extracto de la obra A World Child de la escritora irlandesa Iris Murdoch. Un retrato de un mundo onírico hasta llegar a su final: las Cataratas del Niágara, su paraíso. Esta secuencia queda inmortalizada con la imagen de la joven rodeada por la magnitud de la naturaleza, como si del Caminante ante un mar de niebla de Friedrich se tratara.

Un vídeo, sin duda, melancólico, lleno de sutilezas visuales, que forma una nostálgica atmósfera que encaja perfectamente con el tono dramático de la pieza audiovisual.

 

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