Érase una vez un conejito de pascua, hijo del Conejo de Pascua, cuyo nombre no quiero olvidarme: Hop. Este animalito habita en la isla de Rapa Nui, también conocida como isla de Pascua y tiene la misión de tomar el relevo de su padre en la famosa fábrica de golosinas. Hasta aquí no encontramos ningún atisbo de originalidad con respecto a otros cuentos infantiles, pero… ¿Y si Hop no desea seguir con la tradición familiar? ¿Y si este conejito es tan moderno que decide marcharse a Hollywood para convertirse en el batería de un grupo musical? Y es que la obsesión por buscar la fama y la aclamación de todo el mundo ha llegado hasta a los dibujos animados.
Así, lo podemos apreciar en Hop, una película dirigida por Tim Hill (Alvin y las ardillas, Garfield 2) y producida por Universal Pictures, en donde se mezcla la animación digital con la acción real.
En esta ocasión, son los creadores de Gru, mi villano favorito, una de las propuestas digitales más éxitosas del 2010, los encargados de divertir a los más pequeños con las aventuras y desventuras de este conejito de pascua, que se une a Fred (James Mardsen), un treintañero vago y holgazán al que sus padres han echado de casa. Es a partir de este momento en donde se unen la animación y la realidad.
Se trata, sobre todo, una película divertida, y prueba de ello es el doblaje español llevado a cabo por los humoristas Los Morancos. A pesar de ello, se trata de un humor infantiloide, que desatará fácilmente la risa de los más pequeños.
Sin embargo, los adultos únicamente esbozarán ligeras sonrisas en algunas escenas como la de David Hasselhoff interpretándose sí mismo o la de Hop haciéndose pasar por un muñeco de peluche.
¿Lo más desatacado? la integración de los dibujos realizados por ordenador con el entorno real, así como el diseño, labor del artista Peter DeSève, creador de Scrat, la ardilla prehistórica de Ice Age.
En definitiva, una película ideal para disfrutar en familia. Una Pascua, a estas alturas algo veraniega, que nos hará pasar un rato agradable en compañía de los más pequeños de la casa.
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