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‘Tornaviaje’, arte iberoamericano en el Museo del Prado

Detalle de Los Tres Mulatos de Esmeraldas
Fuente: Museo del Prado

Tornaviaje, arte Iberoamericano en España, constituye una de las propuestas de la pinacoteca para esta temporada. La exposición invita a reflexionar sobre el intercambio artístico y cultural que se produce de manera bidireccional entre América y España

Tornaviaje abrió sus puertas el 5 de octubre y permanecerá en las salas de exposiciones temporales A y B del edificio de los Jerónimos hasta el 13 de febrero del próximo año. En esta muestra, comisariada por Rafael López Guzmán —catedrático de la universidad de Granada—, se nos indica la importancia que tuvo el arte iberoamericano en las antiguas colecciones reales y que sigue teniendo en los fondos del Museo.

Tornaviaje es el término sobre el que gira la exposición y tradicionalmente hace referencia a la ruta de regreso descubierta por Miguel López de Legazpi y por Andrés de Urdaneta en el año 1565 que unía la isla de Cebú —posteriormente Manila— con Acapulco a través de la corriente del kuroshio. Tras varios intentos fallidos, ambos marinos descubrieron una nueva ruta marítima que conectaba dos de los territorios comerciales más importantes de la corona, Filipinas y Nueva España —actual México—. El descubrimiento de esta corriente fue el principio esencial para que naciera la ruta comercial más duradera de la historia, el Galeón de Manila, Galeón de Acapulco o Nao de China. Esta ruta permitía suplir de productos como porcelanas, marfiles, especias, sedas y obras de arte procedentes de Asia, América y los territorios peninsulares a todos los territorios de la corona.

Según Miguel Falomir, director del Museo del Prado, la exposición ‘quiere ser una invitación a repensar el lugar de América en la sociedad española, pasada y sobre todo presente, ahora que cientos de miles de nuestros conciudadanos son de procedencia hispanoamericana’

A partir del surgimiento del Galeón de Manila, llegaban a España en las bodegas de los navíos piezas de arte adquiridas por indianos que hicieron fortuna en América. Estas obras arribaban en un primer momento a Sevilla y Cádiz procedentes de los puertos más importantes del momento como son el Veracruz, La Habana, Cartagena o Manila. Sin embargo, poco se sabe que de España salían obras para los virreinatos, entre ellas pinturas de Zurbarán, quien tenía un taller expresamente formado para surtir a la clientela americana realizando lienzos que seguían sus preferencias y gustos. En este sentido el director de la pinacoteca, Miguel Falomir, señala que la exposición ‘quiere ser una invitación a repensar el lugar de América en la sociedad española, pasada y sobre todo presente, ahora que cientos de miles de nuestros conciudadanos son de procedencia hispanoamericana’.

El equipo curatorial sostiene que el término tornaviaje resulta válido para lo que se nos quiere narrar: el intercambio artístico y cultural bidireccional entre España y los territorios latinoamericanos desde la conquista hasta la independencia. Más de cuatro siglos de trasvase cultural entre estos territorios se reúnen en una sola exposición conformada por 107 obras realizadas por maestros nativos, criollos y mestizos procedentes de territorios peruanos, colombianos, mexicanos y guatemaltecos. Obras de diferente tipología, estilo, género, cronología y origen se reúnen en esta exposición, donde la luz tenue y las paredes oscuras nos facilitan la contemplación de las piezas. Pinturas y esculturas devocionales, retratos, cuadros de castas, textiles, piezas de orfebrería y marquetería se organizan a lo largo de seis salas donde la pieza central es el gran Biombo de la Conquista de Tenochtitlan, de dos haces y tres hojas.

Sala de la exposición Tornaviaje. Arte iberoamericano en España y detalle del Biombo de la Conquista de Tenochtitlan
Fuente: Museo del Prado

Parece que en la España de los siglos XVI, XVII y XVIII sólo se encargaba, se vendía y se compraba arte hecho en España o, como mucho, en Italia o los Países Bajos. Nada más lejos de la realidad, aquí se albergaban más piezas de arte americano que de cualquier otro origen. Esta idea se ha convertido en objeto de estudio y de divulgación del equipo del museo que lo ejemplifica en esta muestra. El Prado está incluyendo pintura filipina, mexicana o cuzqueña en las salas de exposiciones, lo cual se debe principalmente a la necesidad que se tiene de mostrar al público las obras realizadas en América y, que siglos atrás lucían en los salones reales junto a lienzos de Tiziano, Rubens o Velázquez.

La remodelación y reapertura en septiembre de la sala dedicada a pintura del siglo XIX —en la que se incluyen obras realizadas por grandes maestros de las antiguas Provincias de Ultramar­— y Tornaviaje, son dos citas ineludibles para los interesados en la cultura y para los que quieren saber más sobre arte virreinal y sobre las obras más importantes de los maestros americanos.

Marta Méndez López de Bustamante

Historiadora e historiadora del arte. Apasionada del mercado del arte y del periodismo cultural.

2 Comments

  1. Felicidades Marta, muy buena narración, muy clara y útil ! Hace que tengamos muy presente la historia de esta comunión de grandes continentes .

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