Gritas «¡Aleluya!» sonriendo al acabar la última actuación. Bailas, ríes efusivamente, e incluso te emocionas en algunos números, como por ejemplo, Es tu voz, o, Llévame al cielo. En la sala del Teatro Tívoli de Barcelona no cabe nadie más, ya que
Si hablamos de Tony Bernetti, de Carlos Rivera o de Jordi Coll, lo más seguro es que, de primeras, el lector no tenga ninguna idea de quién son estas personas; es más, es probable que ni siquiera le suenen los nombres. Pero, ¿y