Gritas «¡Aleluya!» sonriendo al acabar la última actuación. Bailas, ríes efusivamente, e incluso te emocionas en algunos números, como por ejemplo, Es tu voz, o, Llévame al cielo. En la sala del Teatro Tívoli de Barcelona no cabe nadie más, ya que la platea y el anfiteatro están abarrotados de gente con todas las entradas sold out. De repente, cometes el pecado de la diversión y te dejas influenciar por unas espectaculares voces y un elenco de grandes artistas, algunos de ellos, de reconocido prestigio. Estas son las emociones que transmite el musical Sister Act, sin duda, la revolución del teatro en Barcelona estos últimos meses. Y es que las cifras, no engañan.
Desde el pasado 24 de octubre, que se estrenó en Barcelona, el musical más transgresor y, al mismo tiempo, el más religioso lleva acogiendo en sus butacas a más de 50.000 personas y, desde hace meses, es nº1 en la taquilla del teatro catalán. Te sientas en el Teatro Tívoli y observas cómo la sala se llena de luz y de color. Caras de la escena catalana conocidas suben al escenario, caracterizadas como monjas y curas desenfrenados, para deleitarnos con sus peculiares actuaciones e historias y sus espectaculares voces. Claros ejemplos son Mireia Mambo Bukele, Àngels Gonyalons, Fermí Reixach, Silvia Abril o Juan Delgado. El argumento es extraído de la famosa película ¡Una monja de cuidado: Sister Act!
La joven Deloris, una cantante aspirante a diva, presencia un asesinato y la policía la esconde en el último lugar al que ella hubiera querido ir… ¡Un convento! Rebelde e inconformista, Deloris revolucionará la tranquila vida de la comunidad religiosa y se ganará la admiración y el cariño de sus nuevas compañeras.
Voy a ser una estrella o Ser monja es lo mejor son, entre otros muchos números, las piezas más originales y más divertidas de la obra. La emoción va creciendo poco a poco durante sus dos horas y 45 minutos de duración. Utilizando el primer acto como entrada y presentación de los personajes, el público va familiarizándose con ellos de forma lenta y pausada. El momento cumbre, sin embargo, llega cuando al final de la primera parte se forma el coro de monjas y es, en este momento, cuando dan ganas de levantarse del asiento e ir a bailar y a rezar con ellas. Suben las manos, sonríen y bailan emocionadas, alabando al señor, haciéndote escuchar un gran sonido góspel introducido por todo tu cuerpo. De ahí al desenlace de la obra, vibratos, portentos de voces con falsetes apoteósicos y grandes puestas escénicas envuelven el argumento para llegar a un final feliz y de locura religiosa delante del papa Pablo VI.
El director musical, Arnau Vilà, conocido por otros musicales como ¡Mamma Mia! o Chicago, lidera está superproducción de Stage Entertaiment y el Terrat. El formato está compuesto por un total de 28 actores, 8 músicos en vivo y un equipo de 80 personas.
En otras partes del mundo ya ha logrado que el público de Broadway y del West End londinense haya viajado al cielo y haya vuelto varias veces. El espectáculo, producido en colaboración con la actriz Whoopi Goldberg, ha recorrido los escenarios de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Holanda e Italia, y el año que viene desembarcará también en Brasil. En menos de 5 años el musical cuenta con más de 4 millones de espectadores en todo el mundo y una recaudación de más de 200 millones de euros desde su estreno en el West End londinense.
«¡Contágiate del buen rollo de Delois! Es garantía de dos horas de felicidad y diversión» explica Whoopi Goldberg en muchas de sus entrevistas que le han realizado acerca de este musical. ¿Tendrá razón? ¿Por qué no lo compruebas tú?
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