Arte Teledibujo, ¿dígame? La puerta se abre y, tras ella, bajo un jersey gigante, aparece Amaya, con una sonrisa y las mejillas algo sonrosadas. Está nerviosa, porque durante las siguientes horas su casita de Vallecas acogerá un placer cada vez más insólito, el del dibujo 5 diciembre, 2011