REBECA JIMÉNEZ Y GASTELO

Victoria Gastelo y Rebeca Jiménez en un momento del concierto

Había pasado exactamente un año desde el último concierto conjunto de Rebeca Jiménez y Gastelo en Madrid. Otras ciudades, como Valladolid, Badajoz, Gijón o Salamanca ya habían comprobado por qué se habla de ellas como “las dos Venus de la música en español”. No es para menos, y no lo fue, de nuevo, el 24 de noviembre, en una abarrotada Sala Clamores que paladeó cada segundo del concierto que ambas ofrecieron.

 Era una noche especial, y había ganas de verlas juntas de nuevo. Poco más de un mes atrás, tanto Vicky como Rebeca habían dejado un muy buen sabor de boca en sus respectivos conciertos en Clamores y Búho Real. Pero los que las siguen por separado saben que juntas dan algo más. ¿Qué es ese algo? No se sabe. Una complicidad máxima sobre el escenario, una mezcla perfecta de suavidad y desgarro, unas letras que conmueven y unas melodías sencillas y directas en las que se ven toques de Patty Griffin, Ron Sexsmith, Tom Waits o, viniéndonos a España, de Quique González, con el que ambas han compartido escenario en muchas ocasiones.

 Lo bonito de los conciertos conjuntos es que son un poco como las bodas. “¿Tú por quien vienes, por Gastelo o por Rebeca?”. Son pocos los que no pueden decantarse por una u otra, y muchos los que van porque conocen las canciones de una de las dos. Sin embargo, sólo hay que afinar un poco el oído para escuchar cómo los de Gastelo alaban el chorro de voz y la presencia de Rebeca Jiménez, y cómo los de ésta se rinden ante la contundencia de las composiciones de Vicky y la delicadeza de su voz. Son muy parecidas, pero también son complementarias.

Con algo de retraso, el concierto arrancó con dos temas de Rebeca interpretados a dúo con la cántabra. ‘Antes de marchar’ y ‘Te queda mi amor’ dieron paso entonces a ‘Si tú piensas en mí’, uno de los temas que componen el último trabajo de Gastelo. Fue después de esta canción cuando la segoviana Rebeca Jiménez tomó su sitio en el escenario (al mando del piano de cola), y demostró con temas como ‘Avión en picado’, adaptación del ‘Far Away’ de Martha Wainwright, o ‘Acuérdate cuando te hablen de mí’, un tema que no está incluido en Todo llegará y formará parte de su próximo álbum.

Intercalando duetos como el de ‘Aunque no sea yo’, uno de los temas de Gastelo que más aplaudió el público, con momentos de soledad en el escenario, transcurrieron casi dos horas de concierto en las que se mezclaron temas de Ahórrate las flores y En el fondo de los mares, los dos úlLas hermanas Jiménez y Gastelo, al final del conciertotimos discos de Gastelo, en los que la cantante cántabra ha apostado por la autoedición, con otros de Todo llegará y temas inéditos que los fieles de Rebeca Jiménez ya conocían, como ‘Tiempos mejores’ o ‘Salto al vacío’, y que estarán en el disco que la segoviana comenzará a grabar a principios de 2011, también con la producción de Carlos Raya.

La sorpresa vino cuando la actriz Lucía Jiménez, hermana de Rebeca, subió al escenario para cantar junto a su hermana ‘Pequeño Vals’, otro tema no incluido en el disco. No era la primera vez que las dos hermanas cantaban juntas en un escenario, pero sí la primera que Gastelo formaba también parte del cartel.

 Con ‘Será’ y ‘Me vas a matar’, dos de los temas más conocidos de Gastelo, se despidieron Vicky y Rebeca del escenario, para volver minutos después Vicky con sus ‘Recuérdame’ y ‘Como para pensar en ti’, dos canciones de su último trabajo En el fondo de los mares. ‘Calada hasta los huesos‘ fue el último tema que Rebeca Jiménez cantó en solitario, con la única ayuda de Gastelo en los coros. Vuelve Lucía a escena, y las tres interpretan una versión del ‘I try’ de Macy Gray, justo antes de despedirse de la sala con ‘Despertarme contigo’, el tema más famoso de Rebeca, y que además es el favorito de Gastelo. El público, que había susurrado casi todas las canciones, alzó la voz para acompañar a Lucía, Rebeca y Vicky en su despedida.

Palmas y más palmas. Un rumor general. “Yo quiero un disco de las dos, no a ellas por separado”. Algo que no parece próximo, pero tampoco descabellado. Tanto Vicky como Rebeca quieren plasmar en una grabación lo que pasa cuando cantan juntas: que hay quienes no pueden reprimir las lágrimas (hay que reconocer que la frustración y el desamor que llenan casi todas las canciones pueden ser peligrosos en caso de reciente ruptura sentimental) y quienes escuchan sin quitar la sonrisa de la boca y sin dejar de decir «¡Ay! con los primeros acordes de las cancioens. Eso sí, todos ellos salen del concierto la sensación de haber visto algo, simplemente, bonito.

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