Persiguiendo el Carpe Diem


La sala Galileo Galilei de Madrid se vistió de chandal Adidas y deportivas para recibir a El niño de la hipoteca y los Ratones el pasado domingo. En un ambiente repleto de jóvenes, se plantó Guiu Cortes, el vocalista, con su nuevo formato de banda dispuesto a dejarse la piel en el escenario; defendiendo su estilo Pop Rock con raíces de rumba y reggae; pero con una filosofía clara: el Carpe Diem.

No es de extrañar que el cantautor catalán, poco a poco, tenga más y más seguidores pues es un auténtico bicho encima de los escenarios. Sumergida en el interior de un melenudo desvergonzado, se encuentra una voz joven peculiar, con pequeños rasgos de niño atrapado en un cuerpo de adulto que incluso puede llegar a romper la voz en un ataque de rabieta. Letras sugerentes, repletas de metáforas astutas sobre el amor y el odio, entre otras, fueron coreadas por los seguidores de la banda, que se mostraron muy receptivos aunque el contexto de la sala les requería estar sentados. El espectáculo dio el pistoletazo de salida con Ratones, que se encuentra en su segundo disco de estudio Mi novia del 2ºB, título que también da nombre a una de las canciones más conocidas del artista. Los temas rodaron uno tras otro como ratones corriendo en una rueda con un hipotecado al frente, cuya voz se mantuvo en su línea pero que, en especial, destacó en una versión acústica de Killing in the name of que no dejó indiferente a nadie. Como plato final del concierto, Guiu Cortés endulzó los oídos de su público con su famoso medley Copy Paste, una serie de pequeños fragmentos de canciones conocidas de otros artistas que comparten los mismos acordes; seguido por la canción que había abierto, hora y media antes aproximadamente, su actuación.

En definitiva, El niño de la hipoteca y Los ratones hicieron vibrar la sala madrileña Galileo Galilei con chistes, historias y un buen directo. Fue, sin duda, una gran opción para pasar la tarde del domingo.


 

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