La obra del gaditano, que se alimenta de las escenas más cotidianas, podrá disfrutarse del 26 de mayo al 2 de julio en la Galería Verónica del Hoyo y Colino en Madrid
La rutina puede resultar monótona —e incluso, asfixiante— para aquellos que no saben apreciar su belleza. Esto no es un problema para Pepe Baena, un artista que muestra a través de su obra la facilidad de transformar lo cotidiano en arte si se mira con ojos diferentes. Capaz de apreciar lo especial de todos los pequeños instantes que componen su día a día, el pintor no tiene que irse muy lejos para plasmar en el lienzo las escenas costumbristas con las que convive. En la mayoría de ocasiones, son sus amigos o familia los que aparecen retratados en cuadros que convierten una simple acción efímera en algo eterno.
Baena, que cuenta con multitud de reconocimientos —entre ellos, el de Gaditano del año en la faceta artística por el Ateneo de Cádiz en el año 2021—, no necesita maquillar la realidad para hacerla bonita. Este pintor costumbrista, que guarda momentos de su vida en la retina como si de fotografías se tratase, ha sabido apreciar la lindeza en una madre que sujeta a su hijo, en una abuela comprobando si está limpio el pañal de su nieto, en unos niños jugando con guiñoles o en una cena familiar.
Además, son famosos sus bodegones en los que los protagonistas pasan a ser los desayunos de colacao con galletas de dinosaurio, o las meriendas de café y magdalenas. Una comida tan sencilla como los boquerones fritos también se ha convertido en el plato principal de todos aquellos que hayan tenido la oportunidad de deleitarse con una exposición del artista.
Con sus creaciones, el gaditano invita a reflexionar sobre la cantidad de momentos únicos que nos acompañan cada día. Apreciar lo cotidiano es el mayor regalo que les deja a los amantes de su arte, que ahora podrán observar con una mirada diferente su desayuno u observar la belleza en el bollo que acompaña su bebida de otra manera que no sea únicamente la de llenar el estómago.
La exposición en la que uno se siente como en casa cuenta con numerosos cuadros del artista. Además de ser una maravilla visual, deja consigo una enseñanza: siempre vamos con la rutina de la mano, saber distinguir la belleza que reside en ella es lo que marca la diferencia. Puede visitarse en la Galería Verónica del Hoyo y Colino en Madrid, de martes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00, y los sábados de 11:00 a 14:00 hasta el próximo 2 de julio.