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Marwan: «Si no eres exhibicionista no puedes ser un buen artista»

Marwan (Madrid, 1979) ha conseguido, a través de la música, generar un interés por la poesía que ha cristalizado en dos libros que han supuesto un éxito inusitado de ventas para un género, el lírico, condenado aparentemente a un mercado minoritario.

Me encuentro con él en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León en Sabero (León), un lugar único del patrimonio histórico-industrial español que se remonta a 1846, que no pasa desapercibido para el cantaautor. «Es un sitio increíble. ¡Tan bonito y tan cuidado! Y cerquita de los Picos de Europa. Ariel Roth tocó hace poco aquí y me habló muy bien del lugar», dice

Me recibe en chándal y playeras. Aún no se ha colocado el uniforme de cantaautor. Durante todo el encuentro se comporta como esas personas que no apartan la mirada de su interlocutor y le dan importancia a todo detalle que se está contando, por nimio que pueda parecer. La entrevista se convirtió en una conversación.

En 2016 cumple 15 años dedicado a la música. ¿Lo va a celebrar de alguna forma especial?
Sí, son 15 ya desde que empecé a tocar. Tengo un fin de gira de aquí a mayo, con 35 0 40 conciertos y la última semana tengo el proyecto de hacer un concierto durante tres días en un sala en Madrid con capacidad para 1.000 personas para cada día.

Sorprende que su afición a la música empezara por el heavy
He escuchado siempre de todo. Me pillé mi primera guitarra para tocar heavy con los amigos. Ese mismo año, con 16, me volvió loco Silvio Rodríguez, a los 17 Serrat y a los 18 Ismael Serrano. Fue progresivo. En tres veranos.

 ¿Separa su carrera de poeta de la de músico?
Las separo bastante. Yo me considero músico. Tuve la suerte o la casualidad de sacar un libro de poemas que se vendió muchísimo.

La aparición de Marwan como poeta coincide con un boom que vive desde hace años el género y es consciente de ello: «Coincide mi salida con la salida de otros libros de Carlos Salem y Escandar Algeet que agitaron el mundo poético. Las redes sociales hicieron que se expandieran y las cifras son brutales. En el fondo es una moda. No pasa nada por decirlo. Bienvenida sea esta moda por la palabra bien escrita».

Marwan durante el concierto en la Ferreria
Marwan durante el concierto en la Ferreria

El papel de las redes sociales ha sido importante en este fenómeno a pesar de la mala fama que tienen con respecto a la cultura…
Todo depende del uso que les des. Como ocurre con la droga. Hay cosas que pueden ser muy nocivas, incluso la pasión, y en su justa medida son maravillosas. Si solo vas a buscar información puntual… La gente se está acostumbrando a textos pequeños, pero si uno investiga y descubre cosas… Es verdad que en internet se vierten demasiadas opiniones de forma gratuita.Pero si esto sirve de trampolín para que un joven se enganche a la poesía y descubra a Neruda o a Alberti, está muy bien.

¿Crees que esto servirá para equilibrar la guerra piratería versus mercado tradicional?
No creo. Me negué a publicar en ebook. Trabajo mucho en un libro como para que se pueda piratear fácilmente. Me gusta el papel. Eso no se puede perder.

¿Se ha planteado pasar del verso a la prosa?
En mis dos libros hay prosa poética. Tengo relatos escritos y tengo un inicio de novela. Lo tengo parado porque lo cierto es que me gusta más hacer canciones o poesías.

Volviendo a la música. ¿Qué dueto le gustaría hacer que aún no ha hecho?
Serrat, Manu Chao… Hay mucha gente con la que me gustaría. Con Calamaro me encantaría. Me vuelve loco. He cumplido muchos sueños. He cantado con Drexler… He cumplido muchos sueños.

¿Con alguien que no fuera de su estilo?
Con raperos. Hay muchos que me gustan. Tengo pocos prejuicios, en general. Pero porque tengo pocos juicios (risas). Me gusta juzgar poco a la gente. No me importaría cantar con alguien de regetón si su canción me emocionara. El estilo no me importa. El mestizaje cultural es bonito.

Sus canciones suelen tener un mensaje social más allá de los sentimientos. ¿Puede despolitizarse el arte?

Cada uno ha de hacer lo que quiera. Que cada uno hable de lo que quiera. El arte es una buena arma de concienciación. Y yo la uso para eso. Y también para los sentimientos. Pero la desigualdad me afecta mucho.

Marwan durante su actuación en la Ferrería.
Marwan durante su actuación en la Ferrería.

Es origen Palestino. ¿Cómo ve la situación internacional?
La veo con tristeza. Debería haber más educación, más profundidad. Se debería ser más flexible desde Oriente o desde Occidente.

¿Cómo resume el 2015?
2015, a nivel interno, luminoso. Y a nivel externo bastante oscuro. Siento que hay mucha locura en el mundo. Hay todavía mucha oscuridad. También hay muchas cosas buenas, como el auge de movimientos sociales y políticas de izquierda.

¿Vive para poder escribirlo luego?
No. Todo artista tiene una condena, pero a la vez es una bendición. Nos imponemos presión. Me siento bien cuando extraigo algo de belleza de un sentimiento feo.

En sus canciones habla desde un punto de vista personal. ¿Es imaginación o stritease?
Es stritease. Mi realidad es parecida a la de casi todos. No tengo miedo de mostrar cosas que creo que sentimos todos. Al revés, creo que ayuda. Creo que los corazones cerrados sirven de poco.

¿No siente pudor al saber que esos sentimientos los oiremos todos en forma de canción?
No. Al revés. Si no eres exhibicionista no puedes ser un buen artista. Conozco compañeros muy tímidos que luego se desatan en el escenario.

Marwa actuando con su hermano Samir
Marwa actuando con su hermano Samir

¿Qué siente al volver a escucharlas?
Hay canciones que te remiten a momentos concretos. La mayoría tardo en escribirlas unos días. Al escucharlas me transportan más a una época que a un momento determinado. Son un buen diario.

¿Qué es lo primero que hace cuando termina una canción?
Llamar a amigos y tocarla. Una canción hasta que no la compartes no es canción.

De cara al futuro prepara para el 2017 un nuevo disco que «aún no tiene nexo de unión. Sólo sé que va a ser menos introspectivo que el anterior».

Terminamos la charla apenas quince minutos antes de empezar su actuación. Al verle en acción tengo la sensación de que es exactamente la misma persona con la que he tenido una larga charla.

David González Álvarez

Nací en León el mismo año que Sarah Ferguson se convirtió en duquesa de York y me gradué en Historia cuando Juan Carlos I abdicaba. Mis profesores me profetizaron un nefasto futuro lo que me convenció de que el periodismo era la salida perfecta. He trabajado en la Cadena COPE y Punto Radio y publicado artículos en revistas underground con seudónimos no reproducibles. Publiqué en 2010 el libro Esa bella mentira donde descubrí que la disección puede ser un género literaria perfecto. Escribo con la tele encendida, descubrí el intimismo el mismo día que aprendí a manejar una olla exprés y para mi futuro solo espero no acabar como un Kennedy.

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