En 2010 los estudios Dreamworks Animation apostaron por una nueva película de animación sobre dragones, basada en los libros de la autora británica Cressida Cowell. Tal fue el éxito de Cómo entrenar a tu dragón que se convirtió en una trilogía y, desde el pasado 22 de febrero, todos los fans pueden acudir al cine para disfrutar de Cómo entrenar a tu dragón: El mundo oculto y despedirse de Hipo y Desdentao.
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Un sábado a las siete de la tarde en Madrid y la sala de cine repleta de niños. Aun así, y sin tener en cuenta a los padres que venían como acompañantes, había diferentes grupos de jóvenes que superaban los 20 años. Aunque este tipo de películas puedan estar destinadas principalmente a un público infantil, son muchos los adultos que disfrutan con las historias del simpático pero agresivo Desdentao. Por ahora, en cuanto a taquilla, ha sido el mejor estreno de lo que llevamos de 2019 y el más aclamado de la trilogía. Por tanto, tras 15 minutos de anuncios en los que prácticamente te da tiempo a devorar tus palomitas, comenzó este esperado y exitoso film.
En esta ocasión, Desdentao va a descubrir que no está solo en este universo y que, al parecer, existe una dragona que es similar a él. Aunque no es un furia nocturna, la clase de dragón a la que pertenece nuestro protagonista, se trata de una furia diurna, especie que ni si quiera los más estudiosos conocían, pero aun así muy poderosa.
Este encuentro no es casual, sino que es parte de una trampa orquestada por el mayor enemigo al que se hayan enfrentado los habitantes, tanto dragones como personas, de Isla Mema. Sin embargo, Desdentao va a estar demasiado distraído por su amor hacia esta nueva dragona, e Hipo se encontrará en una situación complicada al sentirse vulnerable sin su amigo dragón y, a la vez, responsable de la seguridad de todo su pueblo.
Por ello, en esta tercera parte de la saga aparecen tres grandes valores: la amistad, el amor y la responsabilidad. En ocasiones, estos tres aspectos se cuestionan, chocan o se fortalecen, conforme va avanzando la película. Desdentao e Hipo deberán aunar fuerzas para derrotar a su enemigo común, aunque, en el fondo, ambos son conscientes de que pertenecen a diferentes mundos y que para que los dragones sobrevivan deberán separarse.
Con esta premisa se desarrollan los cien minutos de película en los que hay momentos para la risa, pero también para que aparezca alguna lagrimilla. Los personajes han crecido, se nota en su apariencia física, pero también en su interior, los creadores han conseguido que exista mucha profundidad en cada uno de ellos y que, con el paso del tiempo, también evolucionen sus personalidades. Esta película está llena de reflexiones, de matices que igual los más pequeños no llegan a comprender, y de mucho sentimiento.
Realmente es una pena que no vaya a haber más películas de la saga, a pesar de que los libros de Cressida Cowell den para más, pero desde Dreamworks han sabido trabajar para ofrecer un final a la altura, redondo y realista, donde la amistad y el amor por el otro prevalecen frente al egoísmo y las necesidades individuales.