‘La importancia de llamarse Ernesto’, bendita traición

Pasoazorín Teatro revisita el archiconocido texto de Wilde, e inunda el Teatro Lara de carcajadas con una versión moderna y actualizada de la cínica obra del dramaturgo de origen irlandés.

Decía Oscar Wilde de ‘La importancia de llamarse Ernesto’ (The Importance of Being Earnest) que la suya era una “comedia trivial para gente seria”. No buscaba en el público una carcajada desmedida, sino una leve sonrisa de conformidad. Pues mientras la risa es exagerada, chabacana y ruidosa; la sonrisa es sutil, delicada y decisiva. El maestro dublinés esperaba que detrás de cada broma, el espectador esbozase una pequeña mueca de satisfacción, y como quien firma en la esquina inferior de un contrato, asintiera expresando su adhesión a lo expuesto. Divertirse, sí, pero respetando los principios del dandismo.

‘La importancia de llamarse Ernesto’  narra la historia de cómo Jack Worthing, un hombre formal a cargo de una joven prometedora, se inventa un hermano díscolo, Ernest, para asumir su personalidad en sus viajes a Londres sin comprometer su respetada reputación. Los problemas surgen cuando su amigo Algernon descubre su argucia, y su amada Gwendolin se enamora de Ernest; dando lugar a una serie de divertidas confusiones.

El texto de Wilde explora a través de una comedia de enredos su cinismo frente a la institución del matrimonio, la falsedad de las convenciones sociales y  el aburrimiento de las clases pudientes. Se critica así el tedio de una alta burguesía que necesita inventarse problemas para escapar de una existencia sin preocupaciones, pero anodina por el encorsetamiento de las normas sociales que su estatus les impone. Tan atrapados se encuentran en esas convenciones que se ven obligados a crear personalidades disociadas para encontrar en el mundo una leve diversión. Y tan  ansiosas están las damas por casarse que, con tal de escapar del hastío imperante, basta que se presente en sus vidas un hombre ligeramente interesante para que ellas, rendidas a la más mínima promesa de aventuras, prometan un amor eterno que durará hasta el día siguiente. 

La versión dirigida por Ramón Paso mantiene el foco en las principales problemáticas expuestas por Wilde, pero dotando a la obra de ingredientes actualizadores que consiguen trasladar esas temáticas al momento presente. La inteligente sustitución de los diarios femeninos por aparatos electrónicos, así como la modernización de elementos de escena como la música o el vestuario, hacen patente la contemporaneidad del texto. Contribuye a ese objetivo la cuidada y minimalista escenografía, que se vale de unos sencillos paneles de apariencia vegetal y unos pocos muebles para  contextualizar la acción. Si a ello le añadimos el componente sensual y la feminización del personaje de Lane (que en el libreto original es un hombre), el resultado es una puesta al día de la obra de Wilde que cumple con creces sus objetivos.

La compañía toma una decisión arriesgada añadiendo a la sutileza del texto la universalidad de la comedia física. Así, las suaves pinceladas de ingenio propias del dramaturgo de origen irlandés se combinan con la brocha gorda del slapstick, componiendo una comedia de fácil acceso pero con profundidad de capas. La contenida y elegante interpretación de Sergio Otegui, que consigue elevar a su Jack hacia altas cotas de dandismo, contrasta con la excesiva y divertida actuación de Ana Azorín, que hace un derroche de talento cómico desde su potente irrupción en el patio de butacas hasta la caída del telón.

A partir de ese ánimo por provocar la risotada, la obra se distancia  del espíritu fundacional del texto, que pretendía incitar gráciles gestos de aprobación, y no arrancar estentóreas carcajadas. La visión de ‘La importancia de llamarse Ernesto’ que propone Pasoazorín Teatro convierte el delicado y elegante texto de Wilde en una sucesión hilarante de acontecimientos, que parece consecuente con el espíritu de actualización que invade toda la representación. Habrá quien vea traicionar las intenciones del autor como un sacrilegio imperdonable que bien merece el garrote vil. Que les vaya bonito a los puristas, los demás podemos regocijarnos en esta bendita traición.

Reparto: 

– Ana Azorín 

– Sergio Otegui 

– Inés Kerzan 

– Ángela Peirat 

– Jordi Millán 

– Guillermo López-Acosta 

– Paloma Paso Jardiel 

Dirección: 

– Ramón Paso 

Producción: 

– Pasoazorín Teatro

Diseño de vestuario: 

– Inés Kerzan y Angela Peirat 

Iluminación: 

– Carlos Alzueta 

Lugar y fecha de estreno: 

– Teatro Lara, Madrid, 14 de enero 2021 

Duración:

– 90 minutos 

Fecha de asistencia:

-13/03/21

Álvaro Ibáñez Pérez-Fajardo

Jurista y aprendiz de periodista cultural. Melómano constante y cinéfilo parpadeante.

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