La Herida, dirigida por Fernando Franco, se alzó con el premio a mejor película y a mejor actriz protagonista en la XIX edición de los Premios Cinematográficos José María Forqué. El largometraje, que competía con 15 años y un día, El Cuerpo, La gran familia española, La brujas de Zugarramurdi y Una pistola en cada mano, resultó la ganadora en una gala en la que se juntaron grandes artistas del cine español. Marian Álvarez se hizo con el galardón a mejor actriz y, aunque se mostraba muy emocionada por haber resultado ganadora, su mayor salto de alegría vino cuando La herida fue elegida mejor película del año por EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de Productores Audiovisuales). «He alucinado al escuchar el nombre, he pegado un buen grito», afirmó la actriz muy emocionada. La artista además, no dudó en elogiar a sus compañeras de nominación Nora Navas y Aura Garrido.
En la categoría masculina fue Eduard Fernández el que se fue con el premio a casa, gracias a su interpretación en Todas las mujeres de Mariano Barroso. El actor dedicaba su premio a Eli Cabrero, quien fuera su representante y amiga, fallecida recientemente. El actor competía con Javier Cámara por Vivir es fácil con los ojos cerrados y con Antonio de la Torre por Cánibal.
Uno de los momentos más especiales de la noche vino con Agustín Almodóvar que recibió la Medalla de Oro de EGEDA, de manos de su hermano Pedro. El director manchego mencionó la gran importancia de este en todos y cada uno de sus trabajos. El homenajeado pidió al ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, que se encontraba entre los asistentes de la gala, «un marco legal adecuado y coherente que dé seguridad jurídica y financiera. Los productores españoles no necesitamos mecenas», afirmó el productor de cine.
Por supuesto, el evento tuvo actuaciones de magia, musicales, y un toque cómico en la presentación hecha por Ana Morgade, y también reivindicativo, por la parte de Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, en el que reclamó más ayuda por parte de Wert y su Gobierno para que sobreviva el cine español. En respuesta, Wert, al salir al escenario, afirmó que a pesar de ser un año duro, ha habido cosas buenas, asegurando que «el cine español tiene gran futuro». Un discurso que al finalizar fue interrumpido con abucheos y pitidos por parte del público asistente.
Otro de los momentos más emocionantes de la noche fue volver a ver a Silvia Abascal subida a un escenario, para entregar el premio al mejor largometraje. La actriz se mostró contenta de volver «poco a poco al trabajo».
El galardón a mejor película iberoamericana recayó en las manos de El médico alemán. Por otro lado, el premio en la categoría a mejor película de animación fue para Justin y la espada de valor, de Manuel Sicilia.
Artículo realizado por Ángela Ruiz y María Páez
