José Martret: «El secuestro de Lydia Cacho es una historia que debe conocerse»

Marina Salas, actriz de La Infamia
Mirada de Marina Salas, actriz de la obra de teatro La Infamia

La obra de teatro La Infamia está basada en el libro Memorias de una infamia (2008), donde se narra el secuestro de Lydia Cacho. El director de teatro José Martret, tras leer el libro, sintió la necesidad de adaptar la obra porque «es una historia desconocida que debe conocerse».

Martret explica lo especial que ha sido tener cerca a Lydia durante los ensayos: «ella ponía voz y cuerpo a las vivencias del secuestro«. Igualmente, destacó que uno de los momentos más escalofriantes fue cuándo la periodista tuvo que explicar la patada que recibió en la comisaría de Puebla.

Participantes de la obra de teatro
Actrices de la obra de teatro junto a la periodista Lydia Cacho y el director José Martret

Por otro lado, tampoco fue fácil establecer un equilibrio «entre la operadora que constantemente está dando un plano corto de la actriz y la coreografía». Y además, que no haya complicaciones técnicas en la pantalla gigante “donde se puede ver a la protagonista durante toda la obra».

Emotiva función

La representación se desarrolla en la sala Max Aub del Matadero y se narra a través de Marina Salas o Marta Nieto. Ellas trasladan a los espectadores al momento de la “detención” de la periodista delante de sus oficinas en Cancún y se convierte en un secuestro. Son un total de veinticuatro horas en el que cruza el país en coche sufriendo continuas torturas y amenazas de muerte. Del mismo modo, entre medias de las diferentes escenas se suceden diversos flashbacks para contextualizar la historia y poder comprender la encrucijada en la que se localiza.

Lo más simbólico de esta obra de teatro es que una cámara sigue en todo momento a la actriz principal. Se muestra en directo el primer plano de la protagonista para que el público pueda ver sus expresiones a través de la pantalla. Desde una perspectiva psicológica y sensible, se invita a los espectadores a estar atentos para no perderse ni un segundo las acciones y poder profundizar en el viaje.

Tráiler de la obra La Infamia

Hay que destacar las grandes habilidades de escenografía conseguidas gracias a muy pocos materiales: aparte de la protagonista y la cámara, a un lado se sitúan un coche, una mesa, varias sillas y un cartel que simula ser una cafetería y al otro lado, una cárcel. Del mismo modo, los sonidos, las luces y el vestuario ayudan a terminar de recrear la historia. En definitiva, se trata de una experiencia inolvidable que deja al descubierto todo tipo de emociones.

“La secuestrada”

Lydia Cacho es periodista, activista social y escritora mexicana que lucha contra la violación de los Derechos Humanos. Una mujer valiente que aboga por los derechos de la mujer y lucha contra el feminicidio existente en su país, jugándose la vida en cada una de sus investigaciones periodísticas.

Durante numerosos años denuncia a una gran cantidad de mafiosos, políticos y empresarios multimillonarios que abusan, compran, violan o asesinan a mujeres, niños y niñas mexicanos. Por este motivo, cuando Emma, una niña de trece años, le contó su testimonio supo que tenía que hacer algo.

Escribió el libro Los demonios del Edén (2005), donde habla de una de las mayores redes internacionales de pedofilia y explotación sexual infantil. Aquí, los niños de catorce años se veían forzados a tener relaciones sexuales con otras niñas, muchas de ellas con tan solo cuatro años.

Plan de rapto

Marina Salas, actriz protagonista de La Infamia
Secuestro de Lydia Cacho en la cárcel por Marina Salas

Los responsables de este grupo eran Jean Succar Kuri, un importante empresario hotelero, y su compañero Kamel Nacif. Se encargaban de distribuir pornografía infantil a otros poderosos empresarios y políticos de México, aunque también a muchos otros países.

Cuando fueron detenidos, Mario Marín, gobernador de Puebla en ese momento, se comprometió a “darle sus coscorrones” a la periodista por incomodar a sus denominados jefes. Se encontró una grabación en la que declaraba haber organizado el secuestro de Lydia Cacho. Años más tarde, el exgobernador fue acusado por arrestar de forma ilegal y torturar a la joven mexicana.

Nerea Avileo

Periodista y fotógrafa, amante de las letras, siempre en el mundo de los libros.

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