“Siempre dije que había dos fechas importantes para la identidad española: 1936 y 1492. Por lo que me parecía lógico adentrarme en el tema de la Conquista. En esos asuntos me meto para explicármelos a mí mismo y para tratar de entenderlos”. Así nos justifica el escritor español José Ángel Mañas (Madrid, 1971) el desembarco de su último trabajo, Conquistadores de lo imposible (Arzalia Ediciones, 2019).
José Ángel Mañas alcanzó la popularidad con su novela Historias del Kronen (Destino, 1994), finalista en el Premio Nadal del año de su publicación. Acabó convirtiéndose en una obra de culto y consiguió una adaptación cinematográfica gracias al director Montxo Armendáriz en 1995.
Su nueva novela, que relata los momentos más importantes del Descubrimiento y conquista del continente americano, no supone la primera incursión en el género histórico del autor puesto que ya lo había hecho en 2007 con la novela centrada en la figura de Alejandro Magno, El secreto de Oráculo (Ediciones destino).
¿Quiénes eran Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Bartolomé de las Casas o Lope de Aguirre? ¿Quiénes sus acompañantes en esos viajes y qué encontraron en aquellas tierras? ¿Qué los llevaba a regresar una y otra vez al fascinante Nuevo Mundo? Preguntas sugerentes que el lector puede encontrar en la cubierta trasera del libro y que consiguen guiarle en su lectura, a la vez que lo llevan a plantearse toda una serie de reflexiones acerca de uno de los mayores acontecimientos de la historia de España. “Mi idea era juntar en una misma novela las principales figuras de la Conquista; empieza con el Descubrimiento y termina con la controversia de Valladolid. Es como una especie de enjuiciamiento general de todo lo que ha sido el proceso de colonización”.
El escritor también insistió en la importancia del estilo realista con el que ha escrito la novela. Lo cierto es que, además, todos los personajes que aparecen en ella han existido. Mañas solo se permitió imaginar o interpretar “espacios de sombras” como, por ejemplo, una conversación ficticia entre Pizarro y Cortés. “Cuando Pizarro volvió a la Península lo encarcelaron por una cuestión de deudas, y como se comenta que Hernán Cortés estaba en la Corte, pudo mediar para que lo liberasen”. Otro episodio que ha suscitado un sinfín de especulaciones ha sido el encuentro entre Cortés y la indígena La Malinche. De esta manera, el escritor apostó por imaginar una supuesta relación amorosa entre los dos protagonistas aunque, según este último, el conquistador la manipuló y fue mucho más frío con ella.
Sereno, tranquilo, con humildad y convicción, José Ángel Mañas es consciente de la complejidad de las circunstancias de seis décadas. “Es necesario conocer y entender lo que sucedió y, a partir de ahí, cada cual es libre de sacar sus propias conclusiones”. Sin obviar los pasajes más oscuros de la colonización, “llenos de bestialidad y mucha sangre, como cualquier conquista”, el escritor recalcó la necesidad de estudiar y “meterse dentro” ya que “cuanto más lo haces, más sorprendente resulta por la desproporción entre los medios y lo que consiguieron los conquistadores”. Lo que parecía imposible fue posible.
“Francia y Argelia están trabajando en la construcción de una historia en común. Resulta muy interesante ver que los historiadores aúnan fuerzas para consensuar, de alguna forma, un relato”, ha indicado el autor, antes de añadir que, por muy delicado que sea el tema, sería “bonito que se juntasen mexicanos y españoles para conseguir consensuar un relato de lo que realmente sucedió”.
