De Lisístrata a Antígona: la influencia de la mitología clásica en la música de Gata Cattana

Gata Cattana en concierto
Gata Cattana en concierto | Fuente: Asociación Músico Cultural Gata Cattana

Los mitos han jugado un papel fundamental a la hora de asentar las bases de sociedades y civilizaciones. A través de distintas historias, personajes o arquetipos se han establecido los cimientos de la cultura que les ha dado vida reflejando determinados rasgos universales. Son el punto de partida para velar, justificar y proyectar hacia el futuro una estructura social a través de la conciliación de pasado y presente, a la vez que permiten conjugar lo individual con lo colectivo. En mitos se inspiraba Ana Isabel García Llorente, más conocida como Gata Cattana (Adamuz, 1991-Madrid, 2017), para las letras de sus canciones, sin saber que ella misma también acabaría convirtiéndose en uno. 

Se cumplen seis años del fallecimiento de esta artista cordobesa que, además de rapera y poeta –o poetisa, como ella misma se definía–, era politóloga y feminista, cuatro facetas que aunaba en sus canciones a través de las que reivindicaba sus ideales. La temática social es predominante a lo largo de toda su producción musical, donde utiliza frecuentemente referencias culturales procedentes de la historia antigua, la filosofía, la mitología clásica o la esfera política.

No obstante, también alude con frecuencia a la jerga y a la cultura popular por el valor que para ella tiene la “sedimentación que, poco a poco, han ido dejando los pueblos”, según ella misma refería. Por eso, consideraba importante que en el panorama del rap español volviesen a incluirse palabras en desuso pero que forman parte de nuestro acervo, “palabras de esas que me decía mi abuelo que, si no meto yo en un tema, igual desaparecen”, explicaba la artista en la entrevista que concedió a FurorTV en 2016.

“Yo puedo hablar de lo que soy”

Ella misma reconocía que sus orígenes y el lugar donde nació –Adamuz (Córdoba), un pueblo de poco más de 4.000 habitantes– han condicionado la letra de sus canciones. “Allí no se ha escuchado rap nunca, nadie ha hecho rap. No puedo hablar de bambas y cosas así porque no es como me he criado. Yo puedo hablar de historia, de lo que he estudiado y de la riqueza que traigo dentro; de lo que soy”, explicaba. Asimismo, respecto a la presencia de referencias históricas en sus canciones, Gata Cattana reconocía que es el ámbito que ella controlaba y que siempre le había interesado, especialmente la mitología y la cultura clásica.

«Yo puedo hablar de historia, de lo que he estudiado y de la riqueza que traigo dentro; de lo que soy»

Gata Cattana

“Podría hablar de otras cosas, pero estaría engañando a la gente porque yo no soy eso. Yo soy una ratilla de biblioteca que he estado toda mi vida investigando y leyendo sobre estos temas”, apuntaba en la citada entrevista. Así, la artista utiliza estos mitos, especialmente de Grecia, Roma y Egipto, para llevar a cabo sus reivindicaciones sociopolíticas. Es el caso de Lisístrata y Antígona, dos canciones en las que el propio título anticipa estas referencias clásicas.

Lisístrata como reivindicación del feminismo

La canción Lisístrata fue publicada en 2015 como cuarta pista del EP Anclas. Aunque no nació con la pretensión de serlo, con el tiempo se ha convertido en un manifiesto feminista.

El nombre de la canción es tomado de un personaje literario creado por el comediógrafo griego Aristófanes a finales del siglo V a. C., quien destaca la desigualdad social entre hombres y mujeres que existía en la antigua Grecia. La trama se desarrolla en el contexto de la Guerra del Peloponeso que en dicho siglo enfrentó a atenienses y espartanos. Las mujeres, lideradas por Lisístrata, hastiadas de verse abandonadas al partir sus maridos a la batalla y descontentas con los resultados del conflicto, deciden unirse para intervenir y tratar de alcanzar una solución. Para ello, tanto atenienses como espartanas se ponen de acuerdo y deciden llevar a cabo lo que podría denominarse como una huelga sexual. Es decir, ninguna de ellas mantendría relaciones sexuales con su marido hasta que no se hubiera obtenido la paz.

Francisco Rodríguez Adrados, filólogo y helenista español, miembro de la Real Academia Española, en la edición de esta obra que él mismo preparó, destaca la importancia del tratamiento de este tema. En sus propias palabras: “Puede decirse que Lisístrata es una comedia en la que se expone ante nosotros la vida de familia rota por la guerra. Y en la que se logra una comprensión, pocas veces igualada, de la vida de la mujer ateniense y de la mujer en general. Esquemas rituales, actualidad política y crítica social, todo se conjunta en esta obra”.


Para su canción, Gata Cattana se inspira en esta historia de la mitología clásica y hace una adaptación contemporánea de ella, donde introduce una de sus frases más célebres: “Déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo”. Estableciendo un paralelismo con la denuncia de las atenienses y espartanas, se puede extraer una referencia a la idea de que la mujer deje de ser vista desde una perspectiva misógina en la que su existencia se fundamenta en el servir al placer sexual de los hombres y la procreación. 

Asimismo, enumera una lista de mujeres ilustres de todas las épocas, desde las legendarias amazonas, pasando por las vestales romanas, la poeta Safo o Hipatia de Alejandría. Todas ellas son figuras que destacaron por distintos motivos y que, de alguna manera, sobrepasaron los límites fijados para ellas en el momento histórico que les tocó vivir. 

Antígona y el conflicto entre la ley de los dioses y la ley civil

Otra de las canciones de Gata Cattana donde la artista toma de referencia la mitología clásica tiene por título Antígona. En este caso, utiliza la tragedia griega de Sófocles que adquiere el nombre de su protagonista cuya postura es defender unas leyes sagradas que ninguna voluntad humana puede prohibir. Tras una serie de conflictos producidos en torno al trono Tebas, Antígona, una de las últimas descendientes de Edipo, quiere dar sepultura a su hermano Polinices en contra de la voluntad de Creonte, rey en ese momento. Indignada por lo que considera una falta de lealtad tanto a su familia como a los dioses, decide llevarlo a cabo, aunque sabe que arriesga su vida y, finalmente, le costará la muerte.

Desde una perspectiva feminista, tal y como enfoca el mito en su canción Gata Cattana, nos enfrentamos a una Antígona que paga un alto precio por su desafío y que, a pesar de la duda, prefiere morir por defender sus ideales antes que seguir a merced de Creonte. A través de su letra, recoge el estatus de las mujeres en la Grecia del siglo V a. C. –cuando se escribe la obra–, momento en el que quedaban totalmente al margen de los asuntos políticos.


En este sentido, cabe destacar que a lo largo de los siglos –especialmente durante el XIX– el personaje de Antígona, que representa la defensa de los valores humanos y las leyes de los dioses, se ha convertido en símbolo de resistencia y reivindicación. Por ejemplo, el filósofo alemán Hegel recoge en la Fenomenología del espíritu dos posiciones éticas irreconciliables en Creonte y Antígona: mientras que el primero representa al portavoz de la polis, con sus leyes escritas y oficiales, la segunda es la expresión del oikos –casa o familia–. Asimismo, gran parte de las reescrituras posteriores de este mito apuntan a estos dos aspectos: la reivindicación femenina o la defensa del individuo o la familia, amenazada por estados y dictaduras.

En definitiva, se trata de dos canciones que, inspiradas en obras mitológicas, permiten traer a la actualidad conflictos morales que han dado lugar a debate y análisis desde que se representaban en la Atenas clásica hasta nuestros días. A través del rap, Gata Cattana ha conseguido acercar a un público jóven dos mitos de la Antigüedad mediante los cuales manifiesta reivindicaciones contemporáneas. 

Gata Cattana, con su música cargada de referentes de la mitología clásica, supo marcar un antes y un después tanto en la elevada erudición que demuestran sus letras como en el estilo. Su marcha prematura no ha borrado su legado, que todavía puede leerse en pancartas, manifestaciones o murales callejeros, como un grito ahogado que anhela todo lo que un 2 de marzo de 2017 se fue con ella.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.