Si hay algo que diferencia a los Goya de otros premios de cine como los Óscar es la categoría de mejor dirección novel. El hecho de otorgar a los nuevos realizadores un apartado propio hace que tengan más posibilidades de llevarse el galardón. El año pasado, la afortunada fue Carla Simón por Estiu 1993. Al igual que en 2018, en esta ocasión el nivel de los realizadores novatos en España ha sido espectacular, con cuatro producciones pequeñas pero que tienen muy claras sus intenciones.
Andrea Jaurrieta: Ana de día
En su ópera prima, Andrea Jaurrieta (Pamplona, 1986) crea un drama de autor protagonizado por Ingrid García Jonsson y Mona Martínez. En ella, Ana descubre que una doble idéntica a ella ha ocupado su lugar, llevando a cabo todas sus responsabilidades y obligaciones.
Jaurrieta firma también el guion de un film que es una sugerente visión al mito del doble. Lo tiene difícil para llevarse el premio ya que es la única nominación con la que cuenta Ana de día y el resto de largometrajes vienen pisando fuerte.
Arantxa Etxeverría: Carmen y Lola
Todos los años hay una película que da la sorpresa en las nominaciones. Este es el caso de Carmen y Lola. En el film, Arantxa Etxeverría (Bilbao, 1968) demuestra su talento innato y virtuosismo ante el manejo de la cámara. Sabe perfectamente lo que quiere conseguir y esto se transmite en la pantalla.
La cinta cuenta la historia de amor entre dos gitanas, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones sociales a las que tienen que verse sometidas por su familia. Su nominación a mejor película demuestra lo mucho que Carmen y Lola ha gustado a los académicos, por lo que la coloca como favorita a llevarse el premio a mejor dirección novel. Habrá que ver si lo consigue.
Hermanos Alenda: Sin fin
Los hermanos César Esteban (Madrid, 1978) y José Esteban Alenda (Madrid, 1977) se han encargado de llevar a la gran pantalla su propio corto, con María León y Javier Rey. Al igual que pasa con Ana de día, Sin fin solo está nominada a esta categoría, por lo que tiene pocas posibilidades de llevarse la estatuilla.
De las cuatro propuestas que compiten para mejor dirección novel, probablemente Sin fin es la más diferente, al mezclar el drama con la ciencia ficción y con los viajes en el tiempo. Adaptar un cortometraje y convertirlo en una película no es para nada tarea sencilla, y aquí parece que los hermanos Alenda no han tenido ninguna complicación, ya que el largometraje es superior a la obra original. María León y, sobre todo, Javier Rey, están sobresalientes en sus papeles y esto es algo que solo una buena dirección puede conseguir.
Celia Rico: Viaje al cuarto de una madre
Viaje al cuarto de una madre ha sido una de las grandes sorpresas del 2018. Antes de que se estrenase, nadie sabía de su existencia, pero, una vez aterrizó en las salas, se comenzó a hablar de ella hasta estar en boca de todos los cinéfilos. Cuenta con cuatro nominaciones a los premios, incluyendo el de mejor actriz protagonista (Lola Dueñas, quien ya lo logró en 2010 por su interpretación en Yo, también) y secundaria (Anna Castillo, galardonada como mejor actriz revelación en 2017 por su papel en El Olivo).
Celia Rico (Sevilla, 1982) también se encarga de un guion que ofrece una mirada interior. La forma que tiene la directora de tratar un tema tan común como el deseo de independencia de una hija adolescente y el sentimiento de tristeza de una madre ante su marcha está tratada de una forma magistral. Lola Dueñas y Anna Castillo están perfectamente dirigidas en la hora y media de metraje. No sabemos si se llevará el premio, pero lo que sí tenemos claro es que Rico ha puesto muy alto el nivel con su primera obra y ha dejado al espectador con ganas de que le ofrezca más propuestas intimistas como esta joyita audiovisual.
