A pocos días de los Premios Goya, todos los nominados, e incluso los que no lo están, preparan sus trajes y también sus discursos. Entre ellos, las actrices de reparto. Veteranas y noveles se disputan este año la estatuilla. Una entrega que no va a dejar indiferente a nadie, ya que tres de las actrices nominadas poseen un cabezón (en el caso de Natalia de Molina, dos), y una de ellas, Carolina Yuste, no había estado nominada anteriormente. ¿Cuál será la firme decisión de los académicos?
Carolina Yuste: Carmen y Lola
Sabemos que Carolina Yuste no se lo esperaba. Nacida en Badajoz, con 19 años se mudó a Madrid en busca de un sueño; trabajar en el cine. Se formó en la RESAD y con Carlos Silveira aprendió a dominar la técnica de la representación. Cuando los académicos pronunciaron su nombre, la mayor parte del equipo técnico y artístico de la película, junto con su directora, Arantxa Echevarría, se agolpaba en un bar madrileño escuchando los resultados de las nominaciones. No se lo podía creer. Su papel de Paqui en Carmen y Lola podría ser uno de los premiados en esa noche tan especial para el cine español.
Una interpretación que comparte verdad con el resto de actrices nominadas en esta categoría. Probablemente, Carolina Yuste sea la baza con menos apuestas, pero podemos estar seguros de que esta primera nominación es un salto de pértiga hacia su estelar carrera como actriz. Ya lo dijo ella en una entrevista para El Periódico de Extremadura, refiriéndose al resto de nominadas; “Sus trabajos son increíbles, son actrices a las que admiro y me reflejo, porque veo en sus carreras lo que quiero que sea la mía”. Actualmente, prepara Suaves, una obra que se estrenará en febrero en El Pavón Teatro Kamikaze.
Ana Wagener: El reino
La actriz Ana Wagener es una de las veteranas, ya que ganó el Goya a mejor actriz de reparto en 2011 por La Voz Dormida, del director Benito Zambrano, y este año quizá regrese al escenario gracias a su papel de Ceballos en El Reino, una de las favoritas de los Goya a mejor película, dirigida por el aclamado Rodrigo Sorogoyen.
Su dilatada carrera como actriz la sitúa en un lugar privilegiado, además de que su interpretación en El Reino no pasa desapercibida, siendo una de las integrantes de un partido corrupto que está siendo investigado por la justicia española. Una figura imprescindible con una cantidad ingente de matices. No nos sorprendería escuchar su voz la noche del 2 de febrero, pero tendremos que esperar para conocer la decisión de los académicos.
Natalia de Molina: Quién te cantará
Goya a mejor actriz en la película Techo y Comida (2016), Goya a mejor actriz revelación en Vivir es fácil con los ojos cerrados (2014) y, esta vez, nominada en la categoría de mejor actriz de reparto por Quién te cantará, que cuenta también con la nominación de Najwa Nimri en el papel protagonista y de Eva Llorach en el de mejor actriz revelación.
Natalia de Molina es una actriz completa, con un amplio registro y que, en esta ocasión, da vida a Marta, un personaje conflictivo e impredecible, con un marcado carácter y una relación tóxica y tortuosa con su madre, interpretada por una magnífica Eva Llorach.
La experiencia nos dice que no siempre las más veteranas o las que más premios cosechan consiguen la estatuilla, por lo que no podemos asegurar que vaya recibir el galardón, lo que no dudamos es que será una noche para ver brillar a una de las actrices emergentes más reconocidas de nuestro país.
Anna Castillo: Viaje al cuarto de una madre
La vida sonríe a la catalana que en los premios Feroz fue una de las triunfadoras, haciendo doblete con dos estatuillas en la misma gala. La primera, por su interpretación en Viaje al cuarto de una madre, que la une con la nominación a los Goya como mejor actriz de reparto y, la otra, también por un papel secundario, en la popular serie Arde Madrid. ¿Podemos pensar que el éxito en los Feroz tiene como consecuencia el éxito en los Goya? Ya lo veremos.
Viaje al cuarto de una madre es una película íntima, que vaga entre los sentimientos de una madre y su hija, preparada para el vuelo, pero con el miedo implícito de abandonar un fuerte vínculo. El juego de emociones, así como la cotidianeidad que se posa en el guion, convierten el papel de la actriz en un inconfundible placer. Anna Castillo lo trata con mucha delicadeza y hemos descubierto el porqué. En sus palabras; “Esta peli la hice en parte por mi madre. Cuando leyó el guion se emocionó muchísimo y estuvo muy presente en mi cabeza toda la peli”. Seguro que la actriz la menciona si finalmente recoge el premio en la gala tan esperada de los Goya el 2 de febrero de este 2019.