FOLK DE CARRETERA PARA LEER

No voy a salir de aquí, primera novela de M. P. HinsonSe dice que Micah Paul Hinson es el Bob Dylan de la época. Se habla de su infancia difícil, de su juventud complicada y de su pasado. Se habla, obviamente, de su música, de su voz de Leonard Cohen sureño. Y ahora también se habla de lo que escribe. No voy a salir de aquí es el título de la primera novela del cantante americano, que, como no puede ser de otra manera, dedica “A los perdidos”.

Micah P. Hinson (Memphis, 1981) escribió No voy a salir de aquí  (Alpha Decay, 2010) en una máquina de escribir de los años 30. El dato, leyendo el libro, no sorprende. España es el primer país que ve publicadas las letras de este enfant terrible del country-folk americano.

Una historia sencilla. Una narrativa sencilla. Unos personajes de todo menos sencillos. Y ya está. Tenemos a Paul, un aspirante a escritor que trabaja como camarero y vive en un motel dejándose llevar, inerte, por la corriente. Hasta que conoce a Apple, una joven viuda con las mismas aspiraciones que él, que escribe textos casi incomprensibles y que de la noche a la mañana se convierte en su compañera de motel mugriento, de copas (muchas, muchas copas) y de viaje.

Un viaje a Wichita, a casa de los exsuegros de Apple, con el objetivo de seguir hacia adelante, de dejar de ser hojas arrastradas por el viento y de soltar el rumbo inerte para agarrar las riendas de su vida. Pero nada más lejos de la realidad. Todo lo que tiene Paul es Apple, y todo lo que tiene Apple es Paul.

Moteles, carreteras secundarias, clubes de striptease, amantes borrachos aporreando puertas y tirando piedras contra ventanas, botellas de vino en la bañera y noches durmiendo en el coche se entrelazan en las poco más de 100 páginas con las que Micah P. Hinson nos propone algo que leer mientras se escucha su ‘Beneath the rose’

La novela (o nouvelette, como la denomina el propio Hinson) es un retrato más de la Generación X, probablemente un cierto traslado de la juventud del tennessiano: como ella, es corta, áspera y dura, y envuelta en alcohol y en humo de cigarrillos. 27 capítulos que cuentan una historia de desorientación, de falta de rumbo, de ilusiones lejanas y de pérdida en el camino por lograrlas. No es cuestión de falta de voluntad, sino de obstáculos insalvables para los personajes, aunque para el lector puedan suponer poco más que un bache.

Y sabe a Jack Daniels, y a vino barato. Y huele a tabaco de liar, y a gasolina. Y suena a Bukowski, y a ‘On my way’.

 

Título original: You can dress me up but you can’t take me out
Autor: Micah Paul Hinson
Editorial: Alpha Decay
Páginas: 106
 

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