El Palacio Real de Madrid acoge la exposición El Retrato en las Colecciones Reales. De Juan Antonio de Flandes a Antonio López hasta el día 19 de abril de 2015. Los reyes eméritos don Juan Carlos I y doña Sofía fueron los encargados de inaugurarla el pasado 3 de diciembre, presentando al público la esperada obra de Antonio López La familia de Juan Carlos I.
El retrato es un género pictórico que se ha ido desarrollando en nuestro país gracias a la influencia que la monarquía ha tenido en él. La muestra nos deleita con una selección que Patrimonio Nacional ha hecho de las mejores piezas de esta rama de la pintura.
Está dividida en dos partes, y es que la primera dedica sus paredes a la Casa de los Austrias (desde el siglo XV al XVIII), empezando por su antecedente de la Casa Trastámara, la reina Isabel la Católica (retrato de Juan de Flandes), pasando ya por la propia Casa Habsbúrgica, desde Carlos I de España hasta llegar a Carlos II, con el que termina dicha dinastía. El estilo del retrato varía a lo largo de los años y va de la cultura bajomedieval, caballeresca y borgoñona, para pasar por representaciones del Renacimiento hasta el siglo XVII. Tiziano y Moro fueron dos de los artistas que instauraron las pautas en cuanto a la pose, la definición de los rasgos y la inclusión de elementos que funcionan como símbolos del poder real.
Pero es a partir de 1623 cuando el retrato de los reyes ve un acusado cambio, y es que llega a la corte Diego Velázquez. La forma de pintar dio un giro al entrar en juego su magnífica habilidad y su influencia de los artistas italianos que había conocido años anteriores. Algo que también reflejaron sus sucesores, como Martínez del Mazo, Herrera Barnuevo o Claudio Coello.
La segunda parte de la exposición da una visión del retrato en la Casa de los Borbones (del siglo XVIII hasta la actualidad). Es la incorporación del monarca Felipe V a la corona española lo que hace que artistas franceses contribuyeran a fijar la imagen del primer Borbón. A partir de ahí, se suceden los del periodo de Carlos III, entre los que destaca en el que aparece como gran maestre de su Orden y que fue pintado por Mariano Maella en 1784.
Con Carlos IV comienza la etapa de Goya, que consigue ascender a primer pintor de cámara gracias a su perfección a la hora de captar la fisonomía, en los contrastes del color y la exactitud en la difusión de la luz en sus obras.
Del siglo XIX, destaca el cuadro de la reina Isabel II que Franz Xaver Winterhalter pinta en 1855. En él aparece la soberana con su hija Isabel, Princesa de Asturias, y el retratista se recrea en los adornos que luce en su vestimenta, que se aprecian con todo lujo de detalles.
Llegamos por fin a nuestros días, y es que en la última sala se alza la obra por la que el Palacio Real de Madrid ha abierto sus majestuosas puertas a tantos visitantes. La familia de Juan Carlos I es un impresionante lienzo de 3 x 3,39 metros que ha visto la luz después de 20 años de trabajo por parte de Antonio López. En él vemos (de izquierda a derecha) a la Infanta doña Cristina, la Infanta doña Elena, el Rey emérito don Juan Carlos I, la Reina emérita doña Sofía y, por último, al actual Rey Felipe VI.