El Ojo Encantado: Buenos tiempos para la vocación

Saioa Hermosa tiene 29 años y hace ya unos cuantos que llegó a Madrid desde Zumaia (Gipuzkoa). Licenciada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y con muchos kilómetros recorridos como operadora de cámara, hace unos meses se quedó sin empleo, encontrándose de pronto en la misma situación por la que pasan millones de jóvenes en España y Europa. En un momento así, en el que tu profesión te ha fallado y sientes la necesidad de un paso de proporciones gigantes, el arte y la pasión se te escapan de las venas, en el caso de Saioa, de su cámara de fotos.

Las instantáneas con las que ilustra su blog, El Ojo Encantado, dicen de ella que el optimismo es aún posible y que la energía de la juventud tiene aún más poder si viene de la libertad y el compromiso. Estamos en crisis, el tiempo de la vocación.

¿Cómo surgió El Ojo Encantado?

La idea surgió el mismo día en que me quedé en paro. Aquella mañana resultó ser un punto de inflexión en mi vida; en lugar de hundirme, me animé a tirar para adelante y comenzar a pensar en mí misma y en qué era lo que quería hacer de verdad. Los últimos siete años habían sido bastante nulos creativamente hablando y me apetecía retomar esa faceta con fuerza. Fue como volver a despertar. Empecé a buscar colaboraciones en publicaciones online y me apunté a un curso de fotografía profesional. La maquinaria estaba oxidada, pero volvía a funcionar. Lo del blog creció paralelamente. Me di cuenta de que tener un blog podía ser una buena manera de obligarme a crear. Así que, poco a poco y de manera autodidacta (con sudores fríos en más de una ocasión), fui construyendo lo que sería El Ojo Encantado. 

¿Qué tal la acogida de la gente? ¿Cuesta hacerse un hueco?

Cuesta mucho llegar a hacerte un hueco. Empiezas por colgar en Facebook de manera tímida el anuncio de que has creado un blog; lo ven tus amigos y te dicen «¡muy bien!», pero te das cuenta de que es algo que no trasciende en absoluto. Lo principal es tener algo que mostrar. Supongo que en mi caso las fotos son lo que han hecho que mi blog sea más atractivo de visitar. La acogida está siendo muy buena, cada vez tengo más visitas y la interacción mediante redes sociales va en aumento poco a poco.

¿»Encantado» de conocer todo lo que ve o «encantado» pero con poderes mágicos?

Bueno, yo tiraría más por la magia, aunque también he de admitir que me encanta ver las cosas que observo desde mi objetivo (al menos la mayoría de las veces). Mi Ojo Encantado es ese objetivo a través del cual visualizo la realidad. Adoro la belleza, todo lo que registro en mi cámara tiene algo de bello para mí. Incluso situaciones que a priori pueden resultar grotescas pueden tener una parte hermosa. Aunque sea una frase muy manida, la belleza está en los ojos de quien la mira, y es así. La fotografía tiene algo de místico, puede captar esencias que el ojo no percibe. Esa es la magia, el encantamiento del que hablo. 

¿Cómo es posible diferenciarse en el mundo de la fotografía, crear una marca propia?

Bueno, yo llevo relativamente poco tiempo dedicándome por entero a la fotografía. Aquel punto de inflexión del que te he hablado fue el que también dirigió mi vida hacia estos derroteros. Es complicado hacerse un hueco en la fotografía, hay muchísimos grandes profesionales y otras muchas personas que, como yo, desearían poder vivir de ello algún día. Lo bueno que tiene es que, al ser un arte, algo tan subjetivo, hay público para todos los gustos. En cuanto a la marca propia, considero que es esencial para distinguirte del resto de profesionales. Un fotógrafo es grande cuando solo con ver una foto puedes saber quién la firma. Yo todavía no creo haber encontrado eso que me caracterice, supongo que el bagaje hace que te vayas creando tu propio personaje. Tiempo al tiempo, aún estoy en pañales.

¿Qué elementos no pueden faltar en tus encuadres, cosas que dan vida al retrato?

Tengo que admitir que siento predilección por la belleza femenina. Una mirada intensa, un primer plano de un rostro hermoso (siempre desde mi punto de vista, claro), son suficientes para que no me canse de tirar fotos.

¿Por qué ese interés tan intenso por el universo femenino?

Pues no lo sé. No es algo sexual porque no veo a la mujer en ese sentido. Es algo tan simple como que admiro la belleza femenina. Sobre todo los rostros. Siempre me ha pasado que cuando voy por la calle me quedo mirando a los chicos guapos porque me atraen, pero también observo mucho a las mujeres guapas porque me fascinan sus rasgos. Es como a quien le gustan las flores porque cree que son preciosas y se queda mirándolas; pues lo mismo me sucede a mí con la belleza femenina.

Y el retrato masculino, ¿qué retos te supone?, ¿cómo cambia tu manera de concebir la foto?

El retrato masculino implica una forma completamente distinta de entender el retrato. La luz debe ser más dura, más dirigida, debe marcar sus formas con intensidad. Yo disfruto mucho haciendo retratos de este tipo. En moda prefiero fotografiar a la mujer, pero en retrato un hombre con una piel bien curtida es fascinante.

¿Hasta qué punto es importante el modelo en tu trabajo?

Es una de las partes más importantes. He trabajado con muchas personas que nunca habían posado y suele ser complicado, al menos al principio. La comunicación es esencial; hay que lograr que esa persona se relaje y que se comporte del modo más natural posible. Pero cuando consigues resultados positivos, es muy agradecido tanto para la persona que posa como para el fotógrafo. Eso sí, tengo que admitir que cuando trabajas con profesionales todo va muchísimo más rodado y te quitas un gran peso de encima. Es una gozada trabajar con ellos.

En tiempos de crisis… la luz, el color, una mirada, el atardecer en un paisaje, ¿son suficientes para animar al personal?

Bueno, a mí me mantiene animada, aunque no sé por cuánto tiempo. Vivimos un momento jodido y aunque la fotografía puede llegar a evadirte, todo a tu alrededor te recuerda dónde estás y lo que está sucediendo. Yo en realidad estoy en paro, y aunque en esta entrevista parece que todo es de color de rosa, la realidad no es tan bonita… Pero dejemos este tema, ¡no quiero estropearlo que iba muy bien! (risas). 

¿Qué relevancia le das a  las redes sociales a la hora de montar un negocio de este tipo? ¿Son promoción o trampa?

Yo que soy bastante novata en estos lares he de decir que si sabes manejar bien las redes son una herramienta muy potente de marketing. Precisamente en estos momentos estoy realizando un curso de redes sociales y es increíble lo que se puede llegar a conseguir sabiendo utilizarlas de forma correcta. Nosotros estamos acostumbrados a utilizar Facebook para hablar de tonterías con los amigos y Twitter para dar nuestra opinión sobre temas más relevantes, pero poco más. Si supiéramos sacarles todo el partido, seguramente conseguiríamos muchos más objetivos. Y te lo dice una tecnófoba convencida, pero reconvertida por circunstancias de la vida. 

Nuevos proyectos, ¿cuáles son los objetivos inmediatos y más a largo plazo de El Ojo Encantado? 

Por supuesto, lo primero es seguir aprendiendo más y más y rodearme de los mejores profesionales para que me enseñen los entresijos de la profesión. Y hablando de sueños me gustaría no tener que encontrar un trabajo ‘real’ para poder pagar mi alquiler mensual y vivir de esta nueva e intensa vocación adquirida en aquel día de inflexión.